Sobre el Barsa Madrid
Una de tópicos y evidencias: es el partido más equilibrado de los últimos años, es en el que mayores expectativas de juego y de goles hay depositadas, hay interés por ver duelos y desfiles de egos por el campo, tendrá una audiencia millonaria y mundial...
Pero más allá de eso estos baños de masas olvidan cuestiones esenciales. La del ejemplo y la educación. Se cuentan por millares los niños y niñas que semana a semana quieren ser como sus ídolos, quieren emular a unos y a otros y no escatiman esfuerzos y filigranas para hacerlo. Tampoco en casa, quienes pueden permitírselo, no hacen ascos a unas botas de fútbol o a un balón de vez en cuando. Para nada hay que dejar de pensar en los monitores y entrenadores de todos esos chicos y chicas. Su trabajo o su compromiso, la mayor parte de las veces voluntario, está lleno de ilusión y de un interés por el crecimiento personal de los críos que tienen a su cargo.
Hoy a casi todo el mundo se le olvidará todo esto. Hoy jalearemos las jugadas de uno e increparemos duramente las buenas acciones de los otros. Hoy saldrán los peores instintos en cada casa, en cada bar, en cada jugador de fútbol en potencia que siga el partido. Hoy muchas ilusiones infantiles y juveniles estarán puestas en Barcelona mientras que los jugadores que allí darán lo mejor de sí mismos no escatimarán esfuerzos en ganar el partido.
Cristiano Ronaldo, Casillas, Messi... cualquiera de los veintidós son jóvenes y lo seguirán siendo muchos años. Pero para muchos, incluso para ellos mismos, son mayores prematuros. Pero para todos su ejemplo es fundamental.
Por eso para muchos padres, muchos chavales o muchos monitores dará igual el trabajo en beneficio del deporte que se haya hecho durante el año. Bastará con una mala jugada, un mal gesto, una polémica mal entendida... para que ese niño o ese joven que hoy no pestañeará, mañana no practique juego limpio en un terreno de juego o en una clase. Todo se contagia, y se suele empezar por aprender lo que menos conviene. Todos sabemos lo que aprenden a decir primero los jugadores de fútbol que desconocen nuestro idioma.
Pues eso