lunes, 28 de febrero de 2011

Cáceres Creativa

Se quejan algunos sobre la poca credibilidad que, a su juicio, tiene el proyecto Cáceres Creativa. Lo hacen pese a haber estado en su presentación, en un acto que congregó a todos los sectores de la ciudad y que emanó de un trabajo conjunto, previo y solvente, no ya de la administración local, sino de quince empresas implantadas en nuestra ciudad y que están reunidas en la Fundación Cáceres Capital.

Me atrevo a decir, y no me equivoco mucho, que el proyecto Cáceres Creativa ha concitado desde el inicio mayor consenso ciudadano que el que en su momento generó el extinto Cáceres 2016. Más de 600 personas participaron en su inicio de un proyecto de estas características. La iniciativa privada ha creído en el proyecto porque a su entender hay que posibilitar un cambio de mentalidad en nuestra ciudad a la hora de generar riqueza, aprovechando nuestras potencialidades. Este proyecto no quiere dejar a nadie fuera. Otra cuestión es que haya quien quiera quedarse fuera del proyecto.

Los que se oponen por oponerse, confrontan este modelo moderno y de futuro con otro modelo radicalmente diferente, antiguo y obsoleto, para nada necesario en una ciudad como Cáceres.
La crítica a Cáceres Creativa podría hacerse de otras formas, pero no solicitando que se cambie este proyecto por un Consorcio de la Ciudad Monumental. Porque quien hace esto no piensa en una ciudad de futuro, no cree en el avance de Cáceres, no comprende que el cambio debe partir de la corresponsabilidad de todos y no solo de la contemplación y de la conservación de nuestra ciudad antigua.

La ciudad antigua de Cáceres no es nada por sí misma más que la identidad que tiene. Pero la ciudad antigua de Cáceres necesita de polos de desarrollo empresarial que permitan, por ejemplo, que la iniciativa privada entre en la construcción del futuro de la ciudad.

No debe entenderse el futuro de Cáceres sin vincularlo con la riqueza que va a generar el Edificio Embarcadero; no debe pensarse en el progreso de nuestra ciudad sin el desarrollo de la Ribera del Marco; es difícil pensar en el Cáceres del futuro sin soñar con el nuevo edificio para el Helga de Alvear; cuesta creer en nuestra gente si lo hacemos olvidando el Centro de Cirugía de Mínima Invasión o la Universidad. Ninguna de estas infraestructuras, que atraen mucha gente y que son tan necesarias, está intramuros. Pero todas ellas son esenciales para que nuestra ciudad antigua siga mejorando día a día, para que esa palabra, sinergia, que aparentemente se pronuncia sin saber su significado, tenga el efecto multiplicador que se espera de ella.

Así pues, Cáceres, creativa, y sin dudarlo. Porque las piedras ofrecen elegancia, mansedumbre, prestigian la ciudad, pero por sí mismas son jarrones chinos. Rememos todos juntos. Aprovechemos el empuje privado. Dejémonos de lo de siempre. Vayamos a lo de mañana, que es también lo de hoy. Atrevámonos.

domingo, 20 de febrero de 2011

Vuelta al blog en febrero. Asuntos pendientes

Excepto en tiempos de verano, creo que no había tenido tanto silencio en mi blog. En este casi mes de silencio voluntario y sobrevenido han sucedido varias cosas que quiero compartir de vosotros. Tomadlo como una vuelta al blog. Espero volver a recuperar la constancia que tenía

1. Compromiso con Cáceres

En estos días anteriores, acepté formar parte de la lista electoral del PSOE en mi ciudad. Llevo formando parte de la misma desde 2003. En esta ocasión lo hago con mayor responsabilidad, tanto por el lugar que ocupo en la lista, entre los diez primeros, como por el papel que he asumido internamente. De fondo no hay más que una vocación de servicio público. Un interés por seguir mejorando el sitio donde vives. Una motivación por contribuir a hacer más fácil la vida de la gente en un tiempo donde para muchos no es fácil ni siquiera el día a día. De momento toca recorrer un camino con un grupo de compañeros con los que formo parte de la candidatura.

2. Exámenes

El 18 de febrero terminé el primer cuatrimestre del Grado en Lengua y Literatura Españolas. Vuelta a la universidad después de algunas otras tentativas. Cuatro exámenes para divertirme, para entretenerme y rodeado de libros. En junio tocan otros tres. Vida universitaria compatibilizándola con otras muchas cosas. Siglo de Oro, Edad Media y hasta italiano. En unas semanas habrá que ver notas.

4. Guillermo Fernández Vara en Cáceres

También el 18 de febrero ha terminado la visita de Guillermo a Cáceres. Han sido cinco días llenos de actos, de reuniones, de visitas. Momentos de contacto con mucha gente, con colectivos de personas con discapacidad, con mayores, con empresas, con mujeres, con jóvenes, con amigos de redes sociales, con representantes de la cultura. Guillermo es un político sencillo y muy cercano, pero sobre todo una persona que ha entendido perfectamente el momento que nos ha tocado vivir.

5. Nómina de Barcarrota

No puedo no escribir sobre el episodio que el Hoy levantó sobre la Nómina de Barcarrota. Perdida o no, extraviada o no, el caso es que se ha tratado injustamente la memoria de una persona honesta y cabal como fue Fernando Pérez. Amigos, personas a las que aprecio, como Álvaro Valverde o Miguel Ángel Lama, o Agustín Sanchez Moruno, o el mismo Guillermo Fernández Vara, han hablado del tema. Cada uno ha enfocado el asunto desde su papel y su responsabilidad que tienen, o desde la que ya no tienen, pero todos coinciden en la importancia que tuvo Fernando en el desarrollo de la Editoria y por consiguiente en la literatura de Extremadura. Y en sus cualidades intelectuales y humanas. Con Ángel Ortiz, el director de Hoy, estuve discutiendo en Twitter. Hemos quedado en hablar de este tema tranquilamente.

6. Acampada de Carnavales

Uno no debe renunciar ni a sus principios ni a sus convicciones. Ni abandonar compromisos en los que cree. Por eso en marzo me seguiré yendo de acampada de Carnavales a Descargamaría, al campamento de los Amigos de Francisco de Asís, que indistintamente llamamos Padre Pacífico, donde tanto he aprendido y tanto seguiré aprendiendo. No deja de ser el sitio donde uno mejor puede ejercer de educador social, donde uno puede seguir formándose en esa escuela de hombres y de mujeres.

7. Libros

Me acompañan los artículos de Juan Luis Cebrián, compilados en El Pianista en el burdel. Tengo en la recámara a Murakami, siempre puntual a su libro de cada año. No descarto a Guelbenzu, ni tampoco quedarme con los primeros libros de Eugenio Fuentes. Todo se andará