martes, 17 de mayo de 2011

Mi visión sobre democracia real ya

Apenas a cuatro días de las elecciones que nadie piense que me meto en un jardín.

Leer, ver y escuchar hablar sobre el movimiento Democracia Real me recuerda a cuando con avidez leía hace años libros, uno tras otro, sobre aquella incipiente globalización. Stiglitz, Sampedro, Cebrián y Felipe González, la Fundación Contamínime, Naomi Klein... son autores de algunos títulos ya convertidos en clásicos. Podría seguir. Por aquella época, el otro día lo recordaba, nos tocó preparar durante un Womad el II Foro Democracia y Cooperación, conjuntamente con Aupex y IEPALA. La globalización económica, simplificando mucho, se vio frente a una globalización social. Aquellos referentes de la globalización, del trabajo cooperativo, con la izquierda como referente, luchaban por unas ideas con una diferencia sustancial común a la realidad de hoy día: la crisis global de entonces no hacía sino acrecentar las diferencias económicas de uno y otro mundo, porque haberlos haylos, y se promulgaba una globalización social que ni llegó entonces ni llegará ahora. Una pena. Aquello, que evidentemente sigue hoy día, tiene una profunda carga ideológica.

Con la misma carga ideológica con la que hoy día nos despertamos y leemos, y vemos y escuchamos. Me resisto a creer que detrás de este movimiento haya subrepticias intenciones. Quiero pensar que no es así, porque eso significará que quienes lícitamente tienen unos ideales y una utopía, aquello del otro mundo es posible, acordémonos, siguen levantando conciencias.

Por supuesto que no me incomoda, por tanto, la existencia de un movimiento que se denomine democracia real ya, porque nadie que sea inconformista puede convenir que la democracia no es mejorable. Llevamos, de una manera o de otra, propugnando estos ideales desde la izquierda, sea o no una izquierda organizada. Si la democracia fuera perfecta desde que se instauró en España, no habríamos avanzado tanto en derechos sociales como lo hemos hecho en estos años. Si la democracia fuera perfecta desde que se instauró en España no habría hecho falta una Ley de Dependencia, o una Ley de Igualdad, o una Ley contra la Violencia de Género, o una Ley de matrimonios de personas del mismo sexo, o una Ley de la Salud Sexual y Reproductiva. Todas esas leyes son logros sociales de los últimos ocho años y todas esas leyes precisan del poder legislativo, de las Cortes elegidas democráticamente, para que puedan entrar en vigor y que puedan ser aplicadas.

Dicho esto no solo es que sea lícito para quienes quieran cobijarse en el paraguas de Democracia Real ya, sino que debe servir para pensar en nuestro modelo. La diferencia entre lo que dije al principio y lo que sucede ahora es una fundamental: Internet. Porque internet permite una transmisión de información ingente por parte de un número indeterminado de personas a través de herramientas muy sencillas. Pero la red no es el fin, sino el medio, y sean los medios que sean existen problemas. Y el problema principal de hoy día es aquel que el sabio José Luis Sampedro relata perfectamente en el diálogo en Ciudadanos de Babel. No hay cuatro puntos cardinales, sino seis, pues existe un norte dentro del norte y un sur dentro de ese mismo norte. Y justamente eso es lo que está sucediendo ahora, que el sur del norte se rebela porque tiene medios para rebelarse.

Por eso hay que ver en qué ha fallado el sistema actual, en qué sigue fallando. Y eso solo puede verlo la izquierda organizada, solo pueden verlo las fuerzas políticas de izquierda. Porque a la derecha no le interesa la participación de la sociedad, ni los problemas reales de la gente. Es más, a la derecha le interesará una izquierda lo más dividida posible. Por eso la izquierda debe escuchar a la izquierda, como reflexionaba esta tarde Guillermo Fernández Vara. Porque al igual que otro mundo es posible, otras formas de participar y de hacer política son posibles para que todos nos sintamos a la misma altura. Guillermo hoy ha sentado precedente al ser el primer político que debate a través de Tuenti, una red social exclusivamente española con un porcentaje de penetración en los jóvenes casi del 100% en algunas franjas de edad.

Es un nuevo tiempo. Debemos sustraernos de que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Debemos ser capaces de entender a quienes reclaman otra forma de hacer las cosas. Quienes primero lo comprendan, serán los que primero logren entusiasmar, o volver a hacerlo. Y para eso, siempre y solo estarán las ideas de izquierda.

4 comentarios:

Unknown dijo...

Paco, interesante reflexión y en gran parte compartida. Pero creo que fallas en la conclusión porque quizás ese discurso tan manido de que sólo un gobierno de izquierdas sea el capaz de atender las reivindicaciones de la sociedad y que a la derecha no le importa ese tipo de problemas sea una de las causas (la principal) por la que un grupo de inconformistas se han echado a la calle para exigir una Democracia Real.
Cierto que la derecha es, por definición, consevadora, pero en la derecha también hay un norte y un sur.
Un abrazo, amigo

nojaleon dijo...

Creo que es un análisis bastante acertado de la coyuntura actual

nojaleon dijo...

Creo que es una visión muy acertada de lo que está sucediendo en este momento. Si ya se sabe el problema, que es lo más importante, ahora solo resta solucionarlo

Jon Marcato dijo...

Paco, sinceramente, ni Vara, ni Zapatero, ni el PSOE actual, están dispuestos a hacer la reforma que, como simpatizante del movimiento Democracia Real Ya, estamos reivindicando en la calle. Aunque la primera reivindicación es la siguiente: que se nos escuche. Sinceramente, el bipartidismo es nefasto. Y el PSOE es el 50% de ese bipartidismo que, en mi caso, me ha hecho perder la ilusión en la política de partido. En lo que le toca al PSOE, es fácil de reconocer por mi parte sus logros (matrimonios homosexuales...) pero también sus errores: meternos en una guerra en Libia, la privatización de servicios públicos, recorte en la sanidad, permitir la corrupción en sus filas fomentando el "y tú, más", ir de la mano de la Banca y de la Iglesia oficial...en los asuntos vitales, la política del PSOE, en la práctica, ha sido una política de derechas (el presupuesto que la Iglesia oficial ha tenido con Zapatero, ha sido mayor que cuando Aznar fue presidente). Soy de izquierdas y siento que la izquierda nunca, por lo que sea, podremos estar unida. No creo que el PSOE pueda aglutinar ni representar a las izquierdas. Es más, no debe hacerlo. Sería un grave error.
En cuanto a Felipe González me parece un claro ejemplo de lo que pudo haber sido el socialismo de partido en España y lo que es hoy en día. No sé quién me habrá metido estas ideas en la que cabeza pero siento que Felipe González traicionó a mi padre y en cierta manera, vendió al capital mi futuro.
Pero la cosa puede cambiar.
Un abrazo.
Tato.