lunes, 9 de agosto de 2010

Los Miserables, de Víctor Hugo


Entre cientos de libros en el e-book, lo escogió el azar. El azar ha hecho que me rinda ante un libro genial y ante un autor, para mí, totalmente desconocido. El azar me ha descubierto una trama que conmueve. Un libro perfectamente entrelazado, donde podría reprocharse algún salto demasiado forzado, pero que pasa de ser un libro de otros a un libro de uno mismo. Un canto a mí mismo, que diría Whitman. Un libro donde el protagonista, salvando las distancias y las circunstancias, el contexto y el saber escribir, puede ser cualquiera, pues todos tenemos en nosotros esa mezcla de bondad y de maldad, de conciencia en positivo y de conciencia en negativo.

Personajes perfectamente definidos. Todos, desde los más presentes hasta los que en teoría tienen un papel secundario. Una trama en la Francia del XIX que podría evolucionar hasta cualquier momento y hasta cualquier lugar. La globalización tiene estas cosas y algunos libros pueden ser buenos ejemplos de ello.

El anonimato frente a la notoriedad, la sociedad que juzga, la humildad, el tener o el ser, el poder del dinero o la credibilidad del valor y de la preocupación. La familia en singular o las familias en plural. Recurriendo a la ironía de los Monty Python, de largas risas como ellos saben hacerlo, crucifixión o libertad

1 comentario:

Gil Novais dijo...

Me gusta mucho "Les Miserables". Escrevi algo em meu blog a respeito.