Presuntos agresores

Creo que hoy apenas ninguno nos hemos recuperado de otros nuevos malos tratos en Irak. La colonización del siglo XXI tiene un enemigo poderoso: la industria audiovisual, que ya ha destapado dos escándalos en Irak (¿cuántos quedan? ¿de cuántos no nos hemos aún enterado?)

Es absolutamente demencial que unas democracias consientan eso con la callada por respuesta, con la previsible y vergonzosa huida hacia delante y con una tibia depuración de responsabilidades. Pero es mucho más demencial que la mismo industria audiovisual, seguro que sujeta al estado de derecho y códigos civiles, penales y tal y cual pascual, lo que haga sea hablar de PRESUNTAS agresiones.

Que los grandes grupos periodísticos sean realmente colaboradores de esta presunción es como si nos remontamos a la entrevista que logró Pedro Jota Ramírez con la cúpula de ETA hace años o cuando Zarzalejos brothers filtraron y publicaron la reunión, desafortunada y a destiempo, del salvapatrias de Carod Rovira.

En este caso el titular lo he visto en El Mundo y por ese tema, pero no es menos complicado verlo con otros asuntos como con la violencia de género

Un esfuerzo, pues, de todos tanto en la publicación de exclusivas como en el trabajo para hacer de este mundo un mundo más feliz, justo y necesario, no para vender más periódicos sólo