Extremadura 24 Horas II: Olimpiadas Autonómicas
Recurrente es en estos días hablar de olimpiadas, de deportes, de logros, de medallas y de éxitos varios, circunscritos cualesquiera de ellos a las muchas modalidades deportivas que hoy en Beijing, mañana en Londres y ayer en Atenas se tienen en liza. No acudiré al topicazo, pues, de hablar de nuestros extremeños, de Phelps o de los fiascos en las medallas que casi dábamos por seguras. Sí que ilustraré la comparativa o la imagen para intentar, con deportividad, avanzar en esa amalgama y batiburrillo de intereses sobrepuestos que parece que hoy existen en nuestro estado de las autonomías.
En medio de un verano secularmente sin noticias, una ha destacado en todas las cabeceras digitales y en papel como común denominador: la de la financiación autonómica. Muchos han sido los titulares que politicastros han dado, casi todos ellos catalanes, por cierto, pero sin aplicar la categoría de silogismo, evidentemente. Las comunidades autónomas se han lanzado, pues, a un ruedo peligroso, donde cada uno corre, queriendo que los otros hagan lo que quieran, porque ya ellos para saber qué hacer. La autosuficiencia autonómica, por tanto, elevada al máximo en algunos casos dentro de un debate que lo que precisamente permite, de llevarse a buen puerto es una mayor suficiencia económica. Pero hasta que el acuerdo no llegue, y debe hacerse y realizarse por consenso, muchas autonomías tienen solo, como medida de presión, una supuesta autosuficiencia que en la teórica sirve, en la política inquieta y en la realidad da grima.
Alfonso Guerra ha advertido en ocasiones que durante su etapa como dirigente del PSOE, su autoridad era mayor que la que realmente tenía. Pero la autoridad hay que ganársela y sobre todo hay que ejercerla según las aristas con las que haya que jugar. En un estado autonómico nadie puede asumir ir por libre porque topará con la suma de intereses ocasionales de los demás. Por cierto, en esta suma de intereses ocasionales, vuelve a cobrar sentido, y mucho, la propuesta de nuestro presidente Fernández Vara en relación con la toma en consideración de las comunidades autónomas de acuerdos puntuales en aquellas competencias exclusivamente regionales. ¿Qué pasaría si se hicieran frentes comunes, escrupulosos legalmente con las competencias autonómicas y que aislaran por el simple hecho de aislar a determinadas autonomías con aspiraciones de autogobierno?
Nos hemos embarcado de esta manera en una carrera que en ocasiones algunos toman por la calle del medio y que quieren liderar desde el principio, sin tener ni autoridad ni capacidad para ello. Las medallas en este caso no llegarán para los que más alto hablen ni para los que más demuestren una supuesta solidaridad. Las medallas llegarán a aquellos territorios, como el extremeño por cierto, que no tensan situaciones que deben pensar en el conjunto, a aquellos territorios, como el extremeño, por cierto, que han entendido pensar en políticas para las personas y no en otro tipo de políticas. Ahora se quejan valencianos o catalanes de nuestra apuesta por los ordenadores en las aulas. ¿Cuánto costó a los respectivos gobiernos Port Aventura o Terra Mítica, por ejemplo? ¿Cómo han dilapidado determinadas regiones sus presupuestos en pan y circo, fastuosos eventos e ingentes programas publicitarios mientras que otras autonomías sudaban su presupuesto? Podrían quejarse, por ejemplo, de programas como el de las bibliotecas, de la apuesta por el desarrollo rural y por la dignidad de nuestros pueblos, por cumplir en tiempo record con la construcción de autovías autonómicas y por otros muchos “detalles”, empeños propios, en los que no todos creían y que fueron muchas veces empeños casi exclusivos de nuestro gobierno regional.
Deberían por tanto algunos que aparentemente tienen más, asumir aquel lema de los JEDES, nuestros juegos, nuestras “olimpiadas” del deporte especial, tan necesario hoy día en nuestro país: “Caminemos todos juntos, aunque sea más despacio”.
1 comentario:
Fui delegado de deportes de un centro de Educación Especial en Puebla de Alcocer (Aprosuba 12) y te aseguro que no podías haber puesto mejor ejemplo.
Un abrazo
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