Blogs de Cabecera (I)

Antes de irme a dormir brevemente, pensando en que mañana por la noche se abre la campaña electoral de las europeas y que por lo tanto, ferias de Cáceres mediante, y preparación de un par de campamentos entre medias, a falta de uno, habrá que ir educando el sueño, pienso de qué escribir en este mi blog.

Creo que nunca he motivado el porqué de mis enlaces, al menos algunos de ellos. Creo que ya va siendo hora de explicar que, basándome en el criterio alfabético, que alguno habrá de haber, coloco entre mis blogs de cabecera al de Álvaro, Valverde, por supuesto, y si me apuran con esa simbología de Unamuno en su Valverde de Lucerna, o al de Carlos Castro. Ellos habrán podido pensar en alguna ocasión, craso error, que no son profetas en su tierra. Si les sirve de consuelo, son, en la cultura y en la política de internet, dos de mis personas, y como consecuencia de mis blogs, de referencia.

Con respecto a los siguientes, Carlos Labrador es un político que se ha labrado a sí mismo. Un alcalde ejemplo por sus resultados, consecuencia de su gestión, y por su preparación e ilusión. El siguiente blog, el de Consuelo Muñoz, es el de mi madre, que día a día sorprende y agrada con sus análisis de lo cotidiano, del día a día, entremezclado con lecciones de moral, que no de moralina. El Jardín de los Alelos es un espacio de un amigo con el que comparto, como otros, un lugar en el corazón de la Sierra de Gata, algo que en ocasiones es casi más importante que compartir ideología, lo que hago con otros muchos. Con el del jardín compartes espíritu. Y el espíritu y la ideología son, hoy por hoy, complementarias y necesarias.

Guillermo Fernández Vara es el presidente de Extremadura. Una persona cercana, valiente y sencilla. Dispuesta a escuchar y a ser protagonista de sí mismo. Un político diferente en una sociedad cambiante.

Termino con la hache de mi primer apellido. Con la de Hilario, un joven poeta de Montánchez, que también sabe hacer política, aunque lo suyo sean las letras. Un representante de esa nueva hornada de unas letras cada vez más reconocibles como extremeñas.

... continuaré