jueves, 11 de marzo de 2010

Los extremos sin moderación se atraen

Es tiempo para la moderación. Siempre conviene optar por la prudencia, pero más en tiempos donde lo que toca es el acuerdo y la lealtad. El avance de un gobierno, por ejemplo, significará el avance de otro. La retroalimentación hoy es clave. El empujar todos en la misma dirección ayuda en la medida que el ciudadano no quiere desencuentros. No es tiempo, tampoco, de hacer la guerra por su cuenta o de tomarse la justicia por su mano.

Las soluciones que se quiera adoptar, pues, apelando al designio divino como salvapatrias del mundo mundial no existen y son contraproducentes. Vengan de donde vengan. Porque radicales hay de derechas y de izquierdas y tanto desgaste o retroceso produce la actitud de unos como la de otros.

En los ejemplos, dos, uno en cada extremo.

El primero de ellos el de quienes quieren aplicar la ley de la memoria histórica sin atenerse a los procedimientos legislativos que marca su articulado. Quienes así actúan no han entendido nada de la recuperación de la memoria histórica. La recuperación de la memoria debe hacerse, en primer lugar, desde la percha democrática, con propuestas y con la legislación en la mano, atendiendo a las competencias de cada administración. Y en segundo lugar la recuperación de la memoria no puede reescribir la historia. Darle la vuelta a la tortilla no ayuda, sobre todo porque la dignidad, encontrar los cuerpos de quienes todavía no se sabe nada y la justicia de quienes fueron asesinados está por encima de revanchas que no nos llevan a nada.

El segundo de los ejemplos, el de la retadora oficial del gobierno de Zapatero. La lideresa Esperanza Aguirre que ejerce su gobierno como si fuera la presidenta del gobierno alternativa. Ya se sabe el prurito que da el centralismo de Madrid. Lo hizo ya en su momento con la aplicación a su manera de la ley conocida como "antitabaco". Y en estos días sorprende con su llamamiento a la rebelión contra la subida del IVA. Uno no puede ejercer su gobierno con frentismos y con chantajes.

Podría entrar a valorar las motivaciones de unos y otros, pero lo quedaré ahí. Siempre entenderé más a los primeros, aunque no comparta para nada el método. Pero nunca me dejará de sorprender la segunda. Tiene el listón bien alto desde aquel día que logró ser presidenta autonómica de la manera que lo hizo

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Da igual lo que se haga, la "derechona" tiende a hacer sangre con y de lo que sea.... Parece ser que está calando eso que, hace años, comenzó otro político..."Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad". (J. Goebbels) Saludos

Anónimo dijo...

Parece ser que la "derechona" quiere hacer sangre con y de lo que sea. Da igual lo que se diga o haga. Sin duda parece que han aprendido eso que otro "político" de otros tiempos tanto predicó...."Si una mentira se repite las suficientes veces, acaba convirtiéndose en la verdad". (J. Goebbels) Saludos placentinos