viernes, 30 de octubre de 2009

Política y menores con el Marcelo Nessi de fondo

No es sencillo trabajar con menores que provienen de entornos difíciles, familias desestructuradas o complejidades en su biografía. No debe ser tampoco fácil tener responsabilidades políticas en estas materias. Por eso, precisamente, hay que ser muy cauto a la hora de valorar las informaciones que recibimos. Por eso, añado, hay que ser muy firme, a la hora de tomar decisiones. Por eso, concluyo, hay que medir muy bien las exigencias que se plantean a trabajadores o a los responsables públicos a la hora de acotar compromisos o errores. Difícil es encontrar, en este o en cualquier otro tema, aplausos por una buena gestión. Tampoco es difícil hallar una alarma o consternación social por este asunto. De menores se trata y la conciencia es mayor en este colectivo que en otros. Introducción hecha, llena de generalidades, que permiten abordar un asunto lleno de matices como el de la agresión a un joven -mayor de edad, por cierto- en el Centro de Menores Marcelo Nessi.

Quiero introducir un elemento más. Me cuesta creer que haya personas, aunque no dudo de que existan, que no vean en el trabajo con menores -sean vigilantes, cocineros y educadores- un ámbito de actuación satisfactorio y lleno de puntos positivos. Por eso reclamo cautela y prudencia a la hora de hacer juicios de valor y ante lo delicado del asunto creo que hay que valorar la transparencia con la que la administración competente ha actuado y el estilo con el que su máximo responsable ha abordado este asunto.

La actuación se puso en manos de la justicia de doble forma. Por una parte, la Junta. Por otra parte, el joven. La particularidad de que el agredido es mayor de edad entiendo que tuvo que ver en esto.

El presidente de la Junta de Extremadura tiene un estilo de hacer política cercano a la gente. A eso hay que sumarle, en este caso, que ha sido Consejero de Bienestar Social. Conoce, pues, de primera mano, de lo que aquí se habla. Incluso ha valorado en positivo la actuación de los medios de comunicación contribuyendo a difundir la noticia. Ante esto, cabe una reflexión y una autorregulación por parte de medios de comunicación y de otras partes interesadas.

Los medios de comunicación, como el programa de las Mañanas de la Primera, deben dejar la vergonzante propaganda sensacionalista. Los padres y madres, preocupados, deben denunciar y buscar el acompañamiento desde la discreción y no desde la publicidad que para nada beneficia a los menores. Los partidos políticos han de saber que es delicado el asunto, tanto para quienes trabajan con menores como para los propios residentes en el Marcelo Nessi.

Dejando actuar a la justicia conoceremos poco a poco qué pasó y qué soluciones existen para que no vuelvan a suceder hechos como ese. Mientras tanto, sintámonos orgullosos de nuestro sistema de protección social; de los trabajadores y trabajadoras que procuran en un porcentaje demoledor hacer la vida más fácil y feliz a los menores bajo la tutela de la administración; de las personas que voluntariamente trabajan con menores y ayudemos a tantos padres y madres que por circunstancias no pueden garantizar a sus hijos una correcta formación.

Vamos, el eterno debate entre hacer política o sacar rédito de la política

lunes, 26 de octubre de 2009

Sabino

Evidentemente, no conocía a la persona. Algo al personaje. Viendo a quienes le han acompañado en su funeral ve el consenso que generó su persona. Consenso, respeto, admiración. Dicen que fue clave. Sus silencios, esos que se lleva, son esos que quedan a la imaginación y elucubraciones. Esos que si fueran puestos negro sobre blanco serían noticias y titulares, pero darían que hablar.

Recuerdo que no había llegado a los veinte años cuando en Llerena,en una mesa redonda, me pusieron en un aprieto. Salí como pude. Juan Carlos Escudero, entonces secretario técnico del Plan de Drogas, toreó mejor al público asistente. Dijo algo así como que en nuestra democracia, por muy libre que sea, no podemos decir todo lo que pensamos o lo que sabemos.

Salvando las diferencias, y acordándome de aquello, ciertamente fue eso lo que hizo admirable la figura de Fernández Campo. En román paladino y dicho de otra forma: cómo en un país donde los comentarios y chismorreos están a la orden del día, el admirado es el que guarda celosamente el secreto y el que prudentemente calla. Dicen que gracias a eso su tumbaron intentonas e intromisiones en nuestra democracia. Fue importante. Descanse en paz

miércoles, 21 de octubre de 2009

Ciudad de Dios: libro, película y miseria


Todo lo que se escriba sobre la infancia será poco. Para divulgar sus carencias o para potenciar sus necesidades. Es un libro que podría haber saltado de nuevo a la actualidad hace días. Desde los últimos disturbios acaecidos en Brasil y que presuroso Lula se ha encargado de rebajar su importancia. Sean favelas o sean maras, sean suburbios o sea una familia bien donde no todo va bien, la infancia no cuenta con los suficientes espacios de denuncia y su desprotección es evidente.

En el libro de Ciudad de Dios se superpone la degradación a unos límites innombrables. La droga o la delincuencia campan por sus anchas y tantos personajes, yendo al libro, hace complicado a veces seguir la trama. En la película, con más ritmo que el libro y pese a la dureza, algo más suave, sucede algo similar. La vi después del libro, para refrescarme, si es que es válida la palabra. Quizás ese efecto sea porque el autor tiene un estudio antropológico como una de sus principales fuentes de información.

Paulo Lins, el autor, hace que se pongan los pelos como escarpias pensando en las atrocidades, en la destrucción de centenares, de miles de niños, en la impunidad de la droga contra la que nadie puede hacer nada.

Páginas llenas de pena, de sufrimientos, de dureza extrema. De niños que nunca fueron niños, ni siquiera personas, añado. Páginas llenas de droga, de la que mata y enriquece, de la que los intermediarios son carne de cárcel. Páginas que aunque no se deberían escribir nunca se necesitan leer para que siga la conciencia bullendo y para pensar que sean favelas o sean maras, sean suburbios o sean familias bien donde no todo va tan bien, la desprotección y la degradación de la infancia sigue existiendo hoy día.

domingo, 18 de octubre de 2009

En iglesia extremeña cerrada no entra cultura

Sorprende ver el acuerdo al que han llegado los máximos representantes de la iglesia católica en nuestra región. Han decidido que en las iglesias extremeñas, donde se sigue practicando el culto, se entiende, únicamente habrá celebraciones religiosas. Nada de música profana que altere la profesión de fe individual de cada uno. Nada de actividades culturales que conlleven el escándalo de las tallas antiguas que por allí campan. Sorprende, insisto, porque creo que está fuera de lugar. Sorprende porque viene de quienes vienen, de la cima de la jerarquía eclesiástica de la región. No me hubiera sorprendido si hubiera sido un párroco y que incluso hubiera aducido argumentos y que estos pudieran ser entendidos, comprendidos y respetados. Cada lugar tiene sus particularidades y no creo que quepa generalizar si digo que hay que abrir o cerrar todas las iglesias y lugares destinados al culto a actividades musicales o culturales. Por eso rechina una decisión que tiene un puntito de arrogancia.

El propietario decide sus normas. Bien. Hasta ahí de acuerdo. La iglesia, en términos de propiedad, es dueña de sus templos y de sus iglesias. Seguimos de acuerdo. Sin embargo, ni mucho menos es la iglesia la que asume la rehabilitación de espacios arquitectónicos o de esculturas y tallas valiosas. Suele ser la Junta de Extremadura la que aporta los fondos y la propia iglesia la que en muchas ocasiones marca las prioridades. Prioridades por cierto que a veces no se ciñen a lo puramente patrimonial sino que giran en torno al culto.

Es, pues, desde mi opinión, un contrasentido que la jerarquía de la iglesia adopte una norma que puede entenderse como lo que creo que es: cerrar las puertas al aprovechamiento cultural, en toda su expresión, de un patrimonio que, propiedad de la iglesia, ha sido rehabilitado y seguirá rehabilitándose, con el dinero de todos los extremeños. No tanto por un interés en que aumenten los feligreses, sino en la voluntad de preservar cubiertas, tallas, contrafuertes y eliminar humedades, grietas y carcomas.

Siguiendo con la reflexión, creo que el equívoco representa entrar en un conflicto innecesario. ¿Acaso la Orquesta de Extremadura, de reconocido prestigio internacional, va a tener que dejar de tocar en determinadas poblaciones porque no puede ser la iglesia el escenario? Por plantear una pregunta, vamos. No son tantos los eventos que a lo largo del año necesitan de espacios religiosos para celebrarse. Eliminar la posibilidad de que se propague la cultura por una norma que cierra edificios para una confesión religiosa determinada y que siempre tendrá las puertas abiertas para que entre dinero a espuertas para la rehabilitación con fondos públicos de los mismos edificios es una paradoja y una contradicción que no se sostiene.

Mucho me temo que habrá párrocos que se hayan enterado por la prensa, como suele decirse. Mucho me temo que no todo el mundo estará de acuerdo en la decisión. Mucho me temo que habrá quien empiece a plantearse sobre la conveniencia de seguir rehabilitando patrimonio cuando a cambio las puertas están cerradas. Mucho me temo que la firma de un papel responde a la evidencia de que no quiere darse la cara públicamente.

Creo que cabe una rectificación. Volver al sentido común que imperaba con anterioridad, representado en la ejemplar figura de Antonio Montero. Dejar en cada párroco la decisión. Seguir promoviendo, desde el respeto, actividades culturales que sean menester, que tampoco son tantas. Nuestra región, pese al gobierno del PSOE en la Junta de Extremadura, siempre se ha caracterizado, por facilitar una convivencia ejemplar y por apostar por una mejora del patrimonio eclesiástico. Muchos han sido los millones de euros invertidos. El reporte, tradicionalmente, era negativo, pero existían colaboraciones y contrapartidas puntuales. Ahora, con decisiones como esta, la situación se pone difícil. En sus manos está rectificar.

domingo, 11 de octubre de 2009

Urban Screen o como revivir Cáceres con sencillez

Durante estos días un programa aparentemente sencillo, sin grandes pretensiones y sin el aval de instituciones de postín, ha revolucionado la ciudad. Urban Screen ha sido una apuesta sobre la que debemos de tomar nota todos. Más allá de la iniciativa Cáceres crea Cáceres ha sido la acción que más personas ha movido desde que iniciamos el empeño de la capitalidad. Sin ninguna duda. Durante estos cuatro días familias enteras han llenado de vida la Plaza Mayor y el resto de las zonas de incidencia. Los lugares de copas y de cenas han estado a reventar y el turista ocasional ha convivido cívica y sorprendidamente con el cacereño que cámara o móvil en mano ha querido copiar los momentos de proyección en cualquiera de los espacios. La apuesta ha sido sencilla.

Quedémonos con el fondo. Con la simultaneidad de actos en diferentes puntos de interés de la ciudad antigua. Con espacios de hostelería abiertos y colaborando más barras que apoyen el que la gente tenga lugares de esparcimiento. Con flexibilidad por parte de la policia local. Con un programa para todos los públicos. Todos esos mimbres pueden establecerse en cualquier otra iniciativa y tendremos garantizado el éxito y una ciudad antigua con vida constante y con una autoestima como en pocas ocasiones.

Aprendamos de la receta y sigamos con el tratamiento de fecundidad cultural y de interacción y participación. Así vamos muy bien. Por cierto, tan bien, que el Ayuntamiento de Cáceres ha empezado a ponerle nombres de calles a las personas de la ciudad que apoyan la capitalidad. Otra buena iniciativa

viernes, 9 de octubre de 2009

Actas de concejales en el Gürtel

Complicado, con la que está cayendo, sustraerse de la realidad y omitir en mis reflexiones el asunto del Gürtel. Voy a centrarme en la decisión de abandonar el Grupo Popular que han tomado los tres diputados de Madrid imputados. Se ha hecho un entremés en el Parlamento, han ido al grupo mixto y parece que el caso está cerrado o por lo menos existe un avance. Pues creo que no es más que un cierre en falso, que una vaga representación de una farsa. Un entreacto hecho para la foto, pero para poco más. No ha existido un posicionamiento público beligerante contra unos presuntos chorizos (vaya, de estar en portugal esto sería un juego de palabras seguro) ni tampoco va a existir una exigencia ejemplar para que entreguen el acta de concejal. Aquí algunos podrían apelar a las lagunas del sistema electoral. No es el debate. El debate es el doble rasero de quienes hoy se conforman con no pedir el acta a cambio de silencio y de maquillar con la política del gesto y que en cualquier otro momento hostigan a diestro y siniestro por un acta que se supone no es de la persona.