miércoles, 22 de febrero de 2012

Un ladrillo de silencio por Luis M. Mansilla

Al igual que los teatreros se desean mucha mierda cuando actúan, los arquitectos imagino que guardarán un ladrillo de silencio cuando muere uno de ellos. Ha fallecido Luis M. Mansilla, uno de esos nombres inseparables a la arquitectura actual, igual de indisoluble que su relación con Emilio Tuñón, su alter ago. Proliferan las parejas de arquitectos con prestigio hoy día. Nieto y Sobejano, Selgás y Rubio y a partir de ahora Tuñón y Tuñón. Como le pasó a Uderzo con Gosciny, y no deja de ser un paralelismo porque el cómic es una suerte de arte.

Deja la impronta de la rehabilitación de la Casa Grande, y del Relais Chateaux de Atrio. Deja también preparada la segunda fase del Helga de Alvear, ese nuevo edificio que concibieron como una conexión entre el Cáceres viejo y la ciudad antigua, con amplios espacios para recorrer y visitar la mayor colección de arte de nuestra región.

En la muerte de un arquitecto, de un artista plástico, siempre queda su obra de forma muy reconocible. En mi caso a tiro de piedra. Descanse en paz. Nos queda Tuñón.

viernes, 3 de febrero de 2012

El salón de plenos del Ayuntamiento de Cáceres: Patrimonio y gobierno abierto

Leo que la alcaldesa se plantea eliminar el falso techo del Ayuntamiento de Cáceres para que pueda verse la bóveda que hay justo encima. Dicen que tiene valor y que merece la pena. Así será si lo dicen, no porque lo diga Elena Nevado, sino porque entiendo que alguien debe haberla asesorado.

La solución es una escuela taller. Una vez más se recurre a una fórmula que, simplificando mucho, aparte de las bondades que tiene el aprendizaje de un oficio, no es otra cosa que la de garantizar mano de obra a bajo coste en un espacio que no es prioritario realmente. Superando estos obstáculos, que pueden superarse, tendríamos de frente otras dos cuestiones.

La primera, la idoneidad de descubrir una bóveda en el salón de plenos en estos tiempos de crisis. El coste añadido e imprevisto que supondría (los presupuestos están aprobados ya, primero por el BOP y segundo por los concejales) no ya las tareas de eliminación del falso techo, sino el traslado a otro lugar de plenos y actos institucionales. También, obviamente, se pueden superar con argumentos y criterios estas dificultades.

Salvadas estas cuestiones, no menores, pero sí a tener en cuenta, creo que si el Ayuntamiento de Cáceres acomete una obra en el salón de plenos no puede perder la oportunidad de modernizar el salón de plenos. Es cierto que eso conlleva todavía más gastos, aquí sí que añadidos e imprevistos, pero no es de recibo concebir hoy día una recuperación del patrimonio sin un aprovechamiento de las posibilidades que las tecnologías de la información y de la comunicación permiten.

De tal forma que es momento idóneo para que los concejales dispongan de herramientas informáticas en sus escaños para poder trabajar, que el secretario (y a su vez los mismos ediles) estén conectados con la gestión administrativa del propio ayuntamiento, que los plenos puedan empezar a retransmitirse en directo por internet, que los periodistas cuenten con ventajas que ahora no tienen...

La recuperación del patrimonio es un pretexto. Lo importante es que una bóveda, esa que a los clásicos les permitía enganchar lo material con lo inmaterial, suponga el inicio de un programa de gobierno abierto real en el Ayuntamiento de Cáceres y eso pasa, inexorablemente, por la modernización del Salón de Plenos y por facilitar a concejales, trabajadores y periodistas las herramientas de gestión oportunas.