viernes, 20 de mayo de 2011

Quienes me conocéis...

Quienes me conocéis sabéis que ando de campaña electoral.

Quienes me conocéis sabéis que soy una persona trabajadora.

Quienes me conocéis sabéis que soy una persona comprometida.

Quienes me conocéis sabéis que envidio lo que está pasando en Sol.

Quienes me conocéis sabéis que creo firmemente en lo que hago.

Quienes me conocéis sabéis que soy socialista y que con ideas socialistas y de izquierdas llevo años trabajando en temas de juventud o de cultura, entre otros, y que no me arrugo.

Quienes me conocéis sabéis que formo parte de la lista electoral del PSOE al Ayuntamiento de Cáceres.

Quienes me conocéis sabéis que haré todo lo que esté en mi mano para mejorar lo que me rodea.

Quienes me conocéis sabéis que me gusta la lectura y estar aprendiendo y formándome siempre que puedo.

Quienes me conocéis sabéis que lo haré con ilusión.

Quienes me conocéis sabéis que todos tenemos defectos y virtudes.

Quienes me conocéis sabéis que respeto profundamente la opción política de cada uno.

y quienes me conocéis tenéis que saber que este correo es un compromiso personal para los próximos cuatro años.

Gracias

martes, 17 de mayo de 2011

Mi visión sobre democracia real ya

Apenas a cuatro días de las elecciones que nadie piense que me meto en un jardín.

Leer, ver y escuchar hablar sobre el movimiento Democracia Real me recuerda a cuando con avidez leía hace años libros, uno tras otro, sobre aquella incipiente globalización. Stiglitz, Sampedro, Cebrián y Felipe González, la Fundación Contamínime, Naomi Klein... son autores de algunos títulos ya convertidos en clásicos. Podría seguir. Por aquella época, el otro día lo recordaba, nos tocó preparar durante un Womad el II Foro Democracia y Cooperación, conjuntamente con Aupex y IEPALA. La globalización económica, simplificando mucho, se vio frente a una globalización social. Aquellos referentes de la globalización, del trabajo cooperativo, con la izquierda como referente, luchaban por unas ideas con una diferencia sustancial común a la realidad de hoy día: la crisis global de entonces no hacía sino acrecentar las diferencias económicas de uno y otro mundo, porque haberlos haylos, y se promulgaba una globalización social que ni llegó entonces ni llegará ahora. Una pena. Aquello, que evidentemente sigue hoy día, tiene una profunda carga ideológica.

Con la misma carga ideológica con la que hoy día nos despertamos y leemos, y vemos y escuchamos. Me resisto a creer que detrás de este movimiento haya subrepticias intenciones. Quiero pensar que no es así, porque eso significará que quienes lícitamente tienen unos ideales y una utopía, aquello del otro mundo es posible, acordémonos, siguen levantando conciencias.

Por supuesto que no me incomoda, por tanto, la existencia de un movimiento que se denomine democracia real ya, porque nadie que sea inconformista puede convenir que la democracia no es mejorable. Llevamos, de una manera o de otra, propugnando estos ideales desde la izquierda, sea o no una izquierda organizada. Si la democracia fuera perfecta desde que se instauró en España, no habríamos avanzado tanto en derechos sociales como lo hemos hecho en estos años. Si la democracia fuera perfecta desde que se instauró en España no habría hecho falta una Ley de Dependencia, o una Ley de Igualdad, o una Ley contra la Violencia de Género, o una Ley de matrimonios de personas del mismo sexo, o una Ley de la Salud Sexual y Reproductiva. Todas esas leyes son logros sociales de los últimos ocho años y todas esas leyes precisan del poder legislativo, de las Cortes elegidas democráticamente, para que puedan entrar en vigor y que puedan ser aplicadas.

Dicho esto no solo es que sea lícito para quienes quieran cobijarse en el paraguas de Democracia Real ya, sino que debe servir para pensar en nuestro modelo. La diferencia entre lo que dije al principio y lo que sucede ahora es una fundamental: Internet. Porque internet permite una transmisión de información ingente por parte de un número indeterminado de personas a través de herramientas muy sencillas. Pero la red no es el fin, sino el medio, y sean los medios que sean existen problemas. Y el problema principal de hoy día es aquel que el sabio José Luis Sampedro relata perfectamente en el diálogo en Ciudadanos de Babel. No hay cuatro puntos cardinales, sino seis, pues existe un norte dentro del norte y un sur dentro de ese mismo norte. Y justamente eso es lo que está sucediendo ahora, que el sur del norte se rebela porque tiene medios para rebelarse.

Por eso hay que ver en qué ha fallado el sistema actual, en qué sigue fallando. Y eso solo puede verlo la izquierda organizada, solo pueden verlo las fuerzas políticas de izquierda. Porque a la derecha no le interesa la participación de la sociedad, ni los problemas reales de la gente. Es más, a la derecha le interesará una izquierda lo más dividida posible. Por eso la izquierda debe escuchar a la izquierda, como reflexionaba esta tarde Guillermo Fernández Vara. Porque al igual que otro mundo es posible, otras formas de participar y de hacer política son posibles para que todos nos sintamos a la misma altura. Guillermo hoy ha sentado precedente al ser el primer político que debate a través de Tuenti, una red social exclusivamente española con un porcentaje de penetración en los jóvenes casi del 100% en algunas franjas de edad.

Es un nuevo tiempo. Debemos sustraernos de que las elecciones están a la vuelta de la esquina. Debemos ser capaces de entender a quienes reclaman otra forma de hacer las cosas. Quienes primero lo comprendan, serán los que primero logren entusiasmar, o volver a hacerlo. Y para eso, siempre y solo estarán las ideas de izquierda.