Carnavales en Jerte
Terminaron los carnavales. Cinco días intensos no de disfraces sino de aprendizaje y de enseñanza, como llevo haciendo los últimos quince años, en acampadas. La de este año ha sido diferente. He estado en Jerte, fuera de mi hábitat natural que es Descargamaría. También, influenciado por los tiempos, por la tos y por la comodidad, he ejercido un rol de observador. Coincido con Guillermo en que la política nos puede hacer mejores personas. No personas diferentes, sino mejores. Tanto la política como la experiencia, añado como elemento casi de perogrullo. Ésa ha sido mi pretensión estos días.
Fuimos setenta personas que hemos convivido, agua, aunque no mucha, mediante, en el Campamento Carlos V. Parece que fue ayer cuando, con apenas veinte años, acudí a la reapertura de una instalación emblemática en Extremadura. Allí vi las cabañas, el comedor, la cocina, a donde he acudido después en muchas ocasiones y a donde volveré dentro de un mes. No tiene la magia de Descargamaría, pero sí hemos intentado dejar nuestra marca de identidad AFA.
Han sido cinco días intensos, diferentes, divertidos y muy importantes. El siguiente reto será seguir mejorando el campamento de siempre para volver allí cuanto antes
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