miércoles, 6 de mayo de 2009

Últimas lecturas

Llevo descuidado el apartado de los libros que leo, que tradicionalmente cuento y reseño, con las propias limitaciones del espacio, de las prisas y de las subjetividades de cada uno. Tres tengo en cartera. Ahí van

1. Che Guevara, por John Lee Anderson



Según me han dicho personas que conocen la vida del Che es una de las biografías más independientes que existen. Es de esas aficiones que uno tiene y que de vez en cuando practico: la de leer biografías o testimonios personales, sobre todo relacionadas con la política, directa o indirectamente. Más allá de la calidad de la biografía, lo importante es la persona de la que trata. Tengo que decir que no comulgo con la vigencia de la figura del Che, porque entiendo que sus planteamientos y objetivos, desde el punto de vista de que el fin justifica los medios, son extemporáneos. Me queda, pues, la duda, de si todas esas personas que tienen al Che como un icono de cabecera saben realmente todo lo que conlleva. Las respeto, no obstante, porque también puedo entender que se asuman determinados planteamientos y se desechen otros. No obstante, creo que en términos generales es una figura excesivamente mitificada y de la que me ha decepcionado, insisto, su excesivo ojo por ojo y diente por diente, aunque evidentemente no tengo capacidad de empatía para comprender el estado del mundo y la presión asfixiante que ejercían en aquellos entonces imperialismos exacerbados en plena guerra fría.


2. El hombre más buscado, de John Le Carre




El primero de los libros que me leo del espía metido a escritor. Interesante el planteamiento y la trama, que aporta frescura en un género que requiere de nuevas propuestas para no quedarse estancado en propuestas que en ocasiones huelen a lo mismo. Se agradecen también las alusiones a la actualidad, a identificar escenarios y situaciones, muy centradas en este caso en el 11S, aquella imagen que todos tenemos grabada y que sin duda cambió el orden mundial. Sin embargo, a veces se vuelve insípido y, al igual que en libro siguiente, quizás dé en ocasiones más importancia a tramas claramente secundarias que a asuntos en teoría de mayor trascendencia. Aporta, de todas formas, un enfoque necesario en un tiempo de excesiva crispación y criminalización, en ocasiones lleno de prejuicios y predispuesto al conflicto

3. Siete casas en Francia, de Bernardo Atxaga



Desde que Obabakoak se convirtió en uno de mis libros de cabecera, tenía ganas de leerme algo más del escritor más representativo de lo que se ha dado en llamar literatura vasca. Aporta, en una historia enfocada en el Congo, una correcta visión de la colonización, con tópicos bien trabajados y con historias no excesivamente cargantes y recurrentes. Cae, ya lo dije antes, en mi opinión, en abandonar la trama principal de manera sutil. Pero no defrauda. Al contrario. Permite darse cuenta a través de la ficción más lograda, de situaciones verosímiles a la par que injustas y que en mucho determinaron el actual reparto de riqueza en este mundo que hoy vive, justamente, una sonora crisis económica. No deja de lado el humor para narrar las miserias, recordando, diferencias de mundos mediante, a algunos pasajes de aquella genial película de Berlanga que fue Bienvenido Mister Marshall.

1 comentario:

Anónimo dijo...

si usted es el de psoe porque apoya a un revolucionario marxista-leninista como el che guevara ,que para más inri era un ferviente defendor del derecho a la rebelion armada y un antirevisionista radical

yo apoyo al che gevara porque soy comunista pero imagino que su organizacion tendra otros referentes politicos como zp,obama o otro imperialista cualquiera