domingo, 7 de agosto de 2011

Educador social habla de economía

Puestos a sacar de nosotros lo que cada uno lleva dentro de sí, estos días toca jugar a ser economistas. Normalmente, en agosto cada uno se sacaba su carné temporal de entrenador de fútbol para analizar la temporada que venía. Pero la crisis manda y toca ser economista.

Veré si en todo me equivoco o si al menos procuro decir pocas barbaridades. Será un post corto y lo más sintético posible.

1. El Banco Central Europeo acaba de anunciar que mañana intervendrá decisivamente en los mercados. Nuestro gobierno ha pasado de pedir prudencia antes las decisiones del BCE a pedir que interviniera decisivamente. Izquierda Unida demandaba una medida similar la semana pasada. ¿Debemos estar aliviados quienes somos de izquierdas ante este anuncio?

2. El anuncio tiene un efecto calmante en una tarde de domingo de agosto. Pero se hace con el tiempo suficiente para que quienes pueden distorsionar la estabilidad de economías más frágiles lo hagan. ¿Echarán un pulso las agencias de calificación mañana al Banco Central Europeo? ¿Especularán mercados con Trichet?

3. Determinados países, como Alemania, no tienen que haberse entusiasmado con la idea. Aquello de la Europa de las dos velocidades se estaba disparando a niveles inusitados para cuando todo este escenario hubiera terminado. Prefiero aquello que en Extremadura se ha dicho siempre: mejor llegar todos juntos aunque sea más despacio. ¿Porque en una situación de desigualdad excesiva no nos convertiríamos en más dependientes económicamente todavía?

4. Inexorablemente va a haber que tomar más medidas que palíen el déficit. Posiblemente la decisión del BCE pueda permitir un mayor intervencionismo en la economía de cada país a la hora de, como ya se ha anunciado hoy, incidir en grandes empresas o en las rentas más altas.

5. Y para terminar, creo que esta semana es de los momentos más importantes a los que se enfrenta Europa, o mejor dicho, lo que se ha convertido la Unión Europea. Porque Europa, sus instituciones y sus países, y no todos, tienen realmente, sin hipocresías, poco por lo que realmente luchar. Y es en lo económico, a cuenta del euro, donde encontramos algún punto de unión. Pues bien, que el BCE mañana intervenga decisivamente en la compra de deuda puede generar el efecto positivo, ojalá que sea así, de darle credibilidad a Europa, o puede hacernos caer a un bajo estado de ánimo.

Las respuestas a algunas cuestiones vendrán mañana, pasado se cambiarán y a final de la semana seguro que quién sabe. Por eso es tan fácil, y tan difícil, poder decir cosas. Y porque de momento, no tenemos que pagar ni por pensar, ni por escribir un post. Algo es algo

No hay comentarios: