Regulación de sueldos. Banqueros y futbolistas. Pepe Blanco y Monago
El interés por devolver al estado sus dinero, y decir al estado y decir a todos los ciudadanos es decir lo mismo, es lo que estoy seguro que ha impulsado a Pepe Blanco hoy su comentario en relación a la necesaria regulación de los sueldos de la banca. Es justo y además es necesario que si ha habido una inyección económica a entidades, sean las que sean, empezando por las financieras, en estos tiempo de crisis, que el estado vele por la buena administración de esos fondos. Las instituciones públicas, al nivel que cada cual quiera verlo, y al nivel que cada cual se haya implicado, son corresponsables del gasto económico y de las ayudas que con dinero público se conceden a determinados organismos. Son nuevos tiempos también para el control del gasto. A la necesaria transparencia debe añadirse ahora pulcritud y celo a la hora de garantizar que ni un solo céntimo de euro se desvíe de su destino, y por eso es lógico que la izquierda, que siempre debe esta al lado de la justicia social y de la redistribución de la riqueza, quiera velar por el control económico en determinadas entidades. De ahí, por tanto, que anuncios como el de Pepe Blanco -y anteriormente en esa misma línea ya lo manifestó Rubalcaba- sean soplos de aire fresco, aunque quizás haya quien piense, y no les falte razón, que se ha tardado mucho en dar el paso de anunciarlo.
Lo que no tiene sentido es que el presidente de Extremadura quiera poner al mismo nivel a banqueros y a futbolistas. Lo digo porque ha tardado poco tiempo en contestar al anuncio de Pepe Blanco y ha querido abrir el debate a los futbolistas, buscando el oportunismo el día que se empieza a jugarse el primer título del año. Quizás Monago olvida varias cosas
La primera, que hay una diferencia sustancial entre los futbolistas y los directivos de los bancos. Los primeros son curritos, cobren los que cobren, mientras que los segundos son los que están en los máximos órganos directivos de entidades financieras
La segunda es que a los bancos se les ha prestado dinero público y por tanto el estado tiene una autoridad moral añadida a la hora de poder exigir a esos mismos bancos una regulación de los sueldos. Si hay clubes deportivos en esa misma situación, hágase lo mismo, a esos clubes y en el ámbito que corresponda.
Y la tercera es que no andará muy bien el asunto de los sueldos de los futbolistas cuando hay una amenaza de huelga para las dos primeras jornadas de liga. Porque no todos los futbolistas son del Madrid o del Barcelona ni todos cobran millonadas, ni son directivos de grandes entidades, ni los cuerpos técnicos tienen las condiciones de Mourinho o de Guardiola, o de Xavi Pascual o de Pablo Laso, por llevarlo al baloncesto.
Patinazo, pues, de Monago, aquel que frivoliza con los sueldos de los futbolistas cuando seguimos sin saber cuánto cobró en 2009 y 2010, aunque todo parece indicar que aparte del senado cobró también de su propio partido en calidad de presidente regional.
Patinazo, pues, de Monago, aquel que gobierna Extremadura sin gobernar, puesto que equipara a los futbolistas con altos directivos, generalizando. Es como si mañana en vez de pedir la regulación de los sueldos de los directivos, caso de que fueran elevados, de aquellas empresas en las que participa el grupo público Avante, pidiera la revisión de los contratos de sus trabajadores.
Está visto que una persona de derechas no puede jugar a querer ser otra cosa. Porque al final se terminan poniendo en evidencias incoherencias como esta. Bienaventurado el Partido Popular por poner de presidente regional a José Antonio Monago.
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