El Día de Extremadura con menos público
Era previsible, muy previsible que sucediera lo que sucedió ayer. Nunca las piedras del Teatro Romano se han sentido tan solas en la conmemoración del Día de Extremadura. Nunca el eco de unas palabras pronunciadas en la tribuna sonaron tan parciales como ayer. Nunca el acto de todos los extremeños solo fue de una parte de la región y no de todos.
Que el Teatro registrara ayer una entrada tan floja se debe a diferentes motivos, objetivamente medibles
1. Los Premios Ceres. Sí, los Premios Ceres, el gratis total y la necesidad de llenar una entrega de Premios apenas una semana antes de la celebración del Día de Extremadura colmó de alguna forma las expectativas de quienes, como emeritenses fundamentalmente, tienen la oportunidad una vez al año de entrar, sin coste, al teatro, y ver un espectáculo nocturno.
2. La desafección política. Muchos ciudadanos, apelando al coloquial "con la que está cayendo" prefirieron dejar a su suerte al presidente de la Junta y no ejercer de palmeros.
3. La necesidad de tener invitación. El día de Extremadura es el único acto de estas características que una comunidad autónoma celebra. Para las fuerzas de seguridad es inaudito. Sin embargo, el acceso, pese a existir invitaciones, siempre ha sido libre. Hasta ayer, que se exigió rigurosa presentación de la tarjetita. Curioso cómo ha cambiado el cuento. Recuerdo todavía a Pedro Cañada, el histórico político extremeño, ahora en coalición con el PP, a voz en grito interrumpiendo el discurso de Ibarra, en medio del Teatro Romano, a cuenta de incendios y de red de centros de secundaria. Adaptando el dicho romano, llegó, vio, protestó (y nadie le prohibió hacerlo)
4. Los premiados con la Medalla de Extremadura. No los critico. Enhorabuena todos ellos. Sus motivos tienen o sus motivos tendrán quienes les han premiado. Por sus obras les conocemos y les conoceremos. Pero sí que es cierto que a diferencia de otros años se echó de menos, visto lo visto anoche, un poso colectivo lo suficientemente fuerte como para arrastrar en masa a seguidores, admiradores...
5. La difusión previa, nula. Vale que estemos en crisis y que no sea tiempo para grandes campañas de difusión. Pero no he visto, hasta ayer, una sola imagen del lema del día de extremadura. No se ha difundido convenientemente, a mi modo de ver, el sentido de este día ni la actuación musical que vino después (Gecko y Gene que sinceramente creo que es una buena elección) Por lo menos, que no cuesta nada, se podía haber activado la web institucional (www.diadeextremadura.com) cuyo dominio es propiedad de la junta y haber insertado banners en las páginas propias, amén de la difusión a través de redes sociales, con coste cero. Pero ni eso
Todos son motivos diferentes, pero todos son contrastables y medibles. Cada uno de ellos, en su espacio, fue responsable de cómo estaban ayer las gradas del Teatro Romano. Nunca vi nada parecido, sino que hubo años, y no pocos, en los que había que cerrar las puertas porque no se cabía. Cada uno actúa conforme a su criterio y a su conciencia. Afortunadamente, las imágenes son objetivas.
A pesar de ello, feliz día de Extremadura.
2 comentarios:
Estupendo análisis, Paco. Un abrazo, Álvaro
Gracias, Álvaro. Ahí vamos
Publicar un comentario