viernes, 20 de julio de 2012

Valencia como principio y fin

El modelo de crecimiento de la Comunidad Valenciana ha sido esgrimido en infinidad de ocasiones como contrapunto a las políticas de izquierda del gobierno central o de las comunidades autónomas. Valencia, una comunidad que empezó junto con Extremadura o Andalucía, siendo región objetivo uno y cuyo desarrollo ha sido puesto de ejemplo hasta la saciedad. Seguramente todo eso a partir de hoy se olvide. Habrá quienes anden preparando argumentarios frente a aquellas manifestaciones hechas basadas en el gasto en torno a la burbuja inmobiliaria, fastuosas inversiones y acciones populistas. Valencia era el ejemplo en el que la derecha se ha mirado siempre. Que no nos den ahora la vuelta a la tortilla. Un maná de recursos y de infraestructuras. Ahora Valencia se asfixia. Ese modelo no da más de sí. Hay a quien le han dejado el muerto y ha optado casi por la incineración autonómica. 


Este hecho coincide con el máximo histórico de la prima de riesgo. Por eso Valencia fue el principio en el paradigma del desarrollo de la derecha, pero también es el principio del fin en mostrar cómo se ha agotado hasta la extenuación un modelo de desarrollo que no da más de si.


Dos dudas finales. 


La primera es si hay realmente margen para restituir derechos y para devolver lo que está empezando a faltar.


La segundo es si en medio de tanto desprestigio de la gestión pública, queda espacio para que muchos terminen por darse cuenta de que no es lo mismo quién gestiona los cuartos, los pocos que quedan.

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