Núñez Feijoo se avergüenza de Rajoy

Sin ánimo de entrar en estereotipos, asumiré la literatura que desde el periodismo se lleva vertiendo desde la designación de Rajoy como candidato a la presidencia del gobierno. Su condición de gallego ha arrojado, no pocas veces, a cuenta de muchos temas diferentes, adjetivos y reflexiones en el campo semántico de la ambigüedad, de la indecisión, de la excesiva tranquilidad, de la indefinición...

Por este motivo, casi todo lo que gire en torno al galleguismo de Rajoy, todo lo que le afecte directa o indirectamente es noticia, y más cuando rompe la imagen de ese sí pero no que tanto le caracteriza.

La noticia no la da Rajoy, sino su candidato en Galicia, aquel que no pocas veces, dado el poder y la ascendencia de la derecha gallega en España, ha sido considerado casi como su delfín. Resulta que Núñez Feijoo, el actual presidente gallego, sustentado por el Partido Popular y actualmente con mayoría absoluta, ha decidido presentarse a las elecciones sin ningún logotipo ni ninguna imagen que públicamente le asocie al Partido Popular. Su apuesta por la marca blanca, apenas un año después de la llegada de Rajoy a La Moncloa, marca la tendencia de lo que será la tónica de quienes, sin ruborizarse, quieren el poder por el poder y después, como buenos gallegos, ya veremos si pasa o no pasa lo que todos creen que va a pasar.

No deben ser muy buenas las perspectivas electorales, puesto que con esta decisión arriesgada se pone en bandeja al resto de partidos el argumento obvio de que el presidente gallego se avergüenza de un gallego como él, sin medias tintas, sin recurrir a circunloquios.