El espíritu del Bus, a la carga contra Boxoyo

Hace años, el actual equipo de gobierno se molestó mucho con la Junta de Extremadura porque no se le dejó el Auditorio para celebrar lo que ellos consideraban un gran evento: la celebración de una gala del programa de Antena 3 "El Bus" en la ciudad, pues podría suponer una gran promoción para Cáceres. Evidentemente, el Auditorio no está para esos caprichos rancios y para alimentar esa telebasura de realitys.

Pero sirve el ejemplo que debemos refrescar en nuestra ciudad como tantas y tantas cosas para saber cuáles son las preferencias del Ayuntamiento y por qué eventos, situaciones y realidades está dispuesto el actual equipo de gobierno -a falta de que dentro de un año pueda cambiar la cosa- a invertir dinero y a promocionar la ciudad. Afortunadamente por aquel entonces lo de la Capitalidad no era nada y no se rió nadie de nosotros más que lo habitual en este tipo de saponadas.

Entre aquello, sucedido a finales de 2.000, y ahora, han mediado muchas cosas. Los más palotovis (recordemos que son aquellos paletos localistas de toda la vida) dirán que incluso se ha vuelto a dar la confianza al mismo partido que sustenta actualmente el ayuntamiento. La realidad es que sigue habiendo mucha caspa en Cáceres, mucho conservadurismo y pocas ganas de promocionar la cultura. Por poner un ejemplo, en estos años se firmó a nivel regional el Pacto por la Lectura y el Ayuntamiento de Cáceres no está entre los municipios adheridos, pese a que se haya realizado hace pocos meses un Congreso de Lectura sin parangón a nivel nacional.

En una ciudad que hace una Capitalidad de boquilla sin filtro, porque cabe todo, hasta colgar una urnita de la Torre de Bujaco, no nos olvidemos de aquello, no se discrimina positivamente la cultura y nuestra ciudad monumental es un capricho de parque arquelógico para nuestro ayuntamiento, al que no le interesa que exista vida dentro, no vaya a ser que tengan que invertir dinero.

Las preocupaciones son más profundas, no nos engañemos en esta ciudad. Hay que estar atentos al Corte Inglés porque eso le dará al alcalde tranquilidad en forma de votos; hay que seguir la pista de las peleas de los concejales del PP, que dentro de poco toca otra... pero de cultura, ni hablamos.

Por cierto, que hace unos meses se constituyó una Plataforma en Cáceres que supuestamente quería velar por la Ciudad Antigua, por su desarrollo para que no existieran ataques y que hubiera un desarrollo sostenible. Aquí tienen, pues, una buena oportunidad para seguir velando por los intereses justos de quienes han apostado decididamente por Cáceres, por su cultura y por su desarrollo intramuros.

Porque lo que ha sucedido contra Boxoyo ha sido un ataque contra la cultura. Una especie de censura posmoderna que cierra librerías y que consiente de una forma hipócrita que se venda, es un suponer, alcohol a menores de edad. Una manera de contentar facilona y simple, que no es valiente, sino que se acobardar como un avestruz dentro del primer agujero que se encuentra.

Pero claro, al final chocamos contra los que querían traer El Bus, contra quienes consideran que una biblioteca de barrio son 50 libros; quienes siguen con su idea de capitalidad es sólo mantilla y procesión; continúan atacando el WOMAD por muchos años que lleve; se dejan quitar un dominio web por una empresa de piscinas o destrozan la entrada histórica de la ciudad por el Puente San Francisco por un ponme aquí una vía rápida.

La historia de los últimos doce años, la caspa de quienes se lo consentimos.