Velocidad, tocino y menores

No es el Partido Popular un partido que acostumbre a realizar propuestas concretas. Desde la oposición que practica del difama que algo queda, desde la ambigüedad de pedir siempre más de lo que se puede dar -y más en tiempos de crisis- y desde el tradicionalmente escaso compromiso institucional de la derecha no caben muchas veces propuestas concretas. Por eso sorprende que en este caso haya presentado dos propuestas directas. Por eso no sorprende que se haya metido en un jardín.

Las propuestas tienen que ver con los menores. Un colectivo muy sensible y es una propuesta indudablemente mediática. Justamente lo contrario que lo que debería ser una política del menor, justamente lo contrario de lo que recoge una Ley del Menor, la 5/2000, aprobada por cierto por el Partido Popular. Esto es, que siempre primará por encima de todo el interés del menor. Tanto en esta como en otras disposiciones legislativas se antepone el menor por encima de todo. Es lógico

No es lógico que las propuestas se hagan al rebufo de una demanda social mayoritariamente sensibilizada - y hay que comprenderlo- por determinados sucesos. Por eso no es lógico que la propuesta que hace el Partido Popular referente a la rebaja de la edad penal se haga después de unos sucesos lamentables como los que hemos tenido este verano pero que no dejan de ser hechos aislados y donde cabría preguntarse qué grado de responsabilidad tienen las familias o el entorno y dónde han fallado la educación o la prevención de este tipo de conductas. Resulta muy frívolo establecer, sin un debate sosegado, una rebaja de la edad penal sin entrar a considerar otro paquete de medidas de tipo educativo o preventivo. En política hay que estar para tomar decisiones pensando en la transformación de la sociedad y en la construcción de un mundo mejor.

Si de algo, por tanto, podrían considerarse estas propuestas, son de represivas. Porque la referida a restringir el acceso a las redes sociales solo a aquellos menores de edad con conocimiento paterno es una suerte de boutade formulada por quien no conoce las redes sociales. La propuesta criminaliza las redes sociales y las toma como elementos nocivos. ¿Acaso no se utilizan estas redes, paradójicamente, para intensificar la búsqueda de menores desaparecidos? ¿Acaso no pueden usarse las redes sociales como medio de relación social? ¿Es que no pueden servir las redes sociales como lugar de intercambio de información o de tareas escolares?

Desafortunada incursión en el terreno de las propuestas. Se nota que no están acostumbrados. Al menos, para las siguientes, que no mezclen velocidad con tocino. Nunca casaron bien