Aznar, el ideólogo extremeño

Desde que Hernández Mancha perdiera su efímero mando en Alianza Popular y que Barrero llegara a ser presidente del Senado, ningún otro político de la derecha había calado tanto en los intereses del PP de Extremadura como José María Aznar. Tan influyente en su partido como nefasto para los intereses de Extremadura, tanto en grandes acciones como en proyectos puntuales no menos importantes. Vuelve Aznar al plano nacional de la misma forma que viene empujando fuerte para los responsables del PP extremeño y de su organización juvenil. Ya sabemos que marca tendencia en la derecha y que esa tendencia se extiende proporcionalmente a la capacidad para generar propuestas e ideas propias.

El nuevo ideólogo extremeño ha puesto en la picota a sus correligionarios y les ha servido en bandeja argumentos tanto para mirar hacia otro lado como para abrazarse a sus siempre desafortunadas palabras. En el primero de los casos, pasó despercibida la crítica furibunda que realizó al nuevo proceso de estatutos autonómicos, sin distinciones ni exclusiones. En el segundo de los casos aquello del "nadie hizo tanto daño" que dedicó, sin nombrarle, a Zapatero, lo ha fusilado, tal cual el presidente de las Nuevas Generaciones dedicándole el piropo a Fernández Vara.

Sigue, pues, sentando escuela Aznar. Siguen faltando ideas y sigue siendo ridícula esa burda copia de ideas que copiándolas de un mal original son más extemporáneas si cabe.

A falta, claro está de que empiecen por aquí a asumir el ideario de Rajoy, algo que parece queda aún lejos. Como lejos queda, a este paso, que la derecha extremeña se convierta en una alternativa de gobierno real en Extremadura.