Pasión extremeña en trece actos, de Víctor Chamorro

Víctor Chamorro ha querido compilar en un volumen de apenas trescientas páginas toda la historia de las desventuras de Extremadura. La pasión como Via Crucis, ¿quizás existió alguna reminiscencia del autor a la hora de concebir el libro? Hay trece capítulos de dificultades, de diferentes vicisitudes, de lamentos, de historias y de historia. Algunos muy interesantes; otros, tópicos; la mayoría bien documentados.

Creo que prescindibles son los diálogos imaginarios que se establecen entre protagonistas de nuestra historia. A veces ocupan buena parte de un capítulo que podría zanjarse o abordarse de otra forma.

Las Hurdes, la Vía de la Plata, Carlos V, las desamortizaciones, la República... buena parte de nuestra historia está recogida en un libro bien intencionado que quizás precise de una lectura optimista. Aquello del no estamos tal mal o qué ha sucedido desde entonces. Por ejemplo: si bien con Carlos V hay una alusión expresa a la Academia Europea de Yuste, no sucede lo mismo con la Vía de la Plata y el proyecto Alba Plata.

Es bueno recordar, pero no es lo único, ni tampoco conviene vivir de recuerdos o alimentarse de buena parte de ellos.

Hay guiños positivos, como el de Agustín Sánchez Rodrigo, o el de A Fala. O noticias vigente, com la pertenencia de Guadalupe a la diócesis de Toledo.

Importante y creo que muy válido es el tratamiento que hace del fenómeno de la emigración en nuestra región. Me quedo con una frase que creo que lo resume de manera espléndida: "Muchos extremeños se convirtieron en héroes anónimos del desarrollo industrial en países de lenguas diferentes"