Receta bufa para hacer una instalación con sonidos de grillos
1. Lo fundamental es cocinarla en un ambiente propicio para el arte. Un lugar donde poco a poco se ve a dónde pueden llegar los hombres y mujeres, muchos de ellos jóvenes, en una ciudad como Cáceres. Un espacio céntrico, autogestionado, cercano al corazón monumental de la ciudad y lo suficientemente bien comunicado que cualquiera puede ir andando.
2. Implicar a un grupo de jóvenes, e incluso niños entusiastas, que les sirva para acercarse al arte y que elaboren con material apropiado para su edad, y al gusto, figuras que se parezcan a grillos, ante la perentoria necesidad de que esa animal sea el centro de la instalación.
3. Organizar una acampada con esos mismos niños o con adultos, según las intenciones del fin de semana en sí por parte del artista. Ese fin de semana la escucha y grabación del sonido del grillo sería la excusa para ir de campo. Si no se encuentran grillos siempre puede descargarse el sonido de internet
4. Con todo ello, y una termomix que pueda picar hielo con la que hacer los mojitos de la inauguración pertinente -mayores de edad mediante-, se monta en una sala una instalación que permita causar un efecto similar al que causaría utilizar grillos vivos
5. Posteriormente podrían hacerse visitas de coles o de colectivos juveniles para ver el efecto del trabajo realizado en el punto dos
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