Muerto el perro, se acabó la rabia, o cómo romper el consenso y no morir en el intento

No ha pasado ni un día desde la designación de las ciudades que optarán finalmente a ser Ciudad Europea de la Cultura y se han sucedido varias cuestiones interesantes. Para tenerlas en cuenta, habrá que estar de acuerdo en reconocer que el proyecto de Cáceres 2016 ha sido una iniciativa que en todo momento ha contado con el consenso y la unidad de acción política.

No ha pasado ni un día para que ese consenso, de malas formas, con malas artes y con argumentos burdos lo hayan roto hoy el Partido Popular e Izquierda Unida. Porque pese a que no ha pasado ni un día el presidente de la Junta de Extremadura acude esta tarde a reunirse con el Consorcio 2016. No con la alcaldesa, sino con el Consorcio 2016. Y lo hace acudiendo a Cáceres, de la misma forma que por cierto hizo hace unas semanas a cuenta de la granizada.

El Partido Popular e Izquierda Unida han anunciado que no acudirán a la reunión. Los primeros aducen tanto falta de tiempo, como que ya tenían compromisos adquiridos con anterioridad. Los segundos, que se les ha convocado verbalmente. Tanto unos como otros ya se han apresurado a reivindicar y a lanzar pullas. Incluso, claro está, con críticas a nivel nacional.

Mientras, el presidente de la Junta, Guillermo Fernández Vara acude esta tarde a Cáceres. Su agenda sí que se lo permite. Lo hará y se reunirá con la alcaldesa y con el resto del Consorcio. Los partidoss políticos de la oposición no estarán presentes. Lamentablemente, han roto la unidad de acción. El siguiente paso será la caza de brujas, para terminar en el acto del acoso y derribo, me temo.

No me cabe ninguna duda de que la Junta de Extremadura mantendrá el compromiso cultural con Cáceres, y que los ciudadadnos aceptarán también que si hay que realizar hay algunos ajustes, que se haga.

Felicidades, de nuevo, a quienes un día después, desde su responsabilidad pública ve necesario que Cáceres siga siendo eje cultural de nuestra región.