miércoles, 29 de agosto de 2012

Cultura de élite, deporte de base. Festival de Mérida

Hoy han coincidido, a tres bandas, varios anuncios de índole cultural y deportiva. Podría, incluso, y no pasaría nada, todo lo contrario, unir ambos conceptos, el de deporte y el de cultura a la hora de concebir ambos como lo mismo.

Tanto en el deporte como en la cultura, de esta forma, se concitan diferentes modalidades que conviven, con público y práctica diferentes y cuyo éxito y supervivencia dependen en buena medida de las prioridades que en política cultural y deportiva se quieran establecer.

Los tres hechos a los que aludía antes son la finalización del Festival de Mérida, la presentación de su gala de clausura y la eliminación de una partida económica importante dirigida a instalaciones deportivas municipales.

Sobre el primer caso, reconozco que tras polémicas, dimisiones y situaciones complicadas, enquistadas desde hace varios años, el Festival de Mérida parece haberse desarrollado con una normalidad absoluta, alejado de polémicas y de situaciones que podían alterar la paz de las piedras del teatro romano, algo altamente desaconsejable.

El segundo punto, hoy presentado, tiene el objetivo fundamental de baño de masas cultural, de aglutinar un elenco de estrellas teatrales, de mostrar y de demostrar que el Festival está más vivo que nunca y que las grandes figuras de la escena siguen apostando por la magia y el encanto de Mérida. El culmen será, sin duda, la retransmisión en directo tanto por Canal Extremadura como por La 2. El coste de esto será, al menos, de 836.000 euros.

El tercer punto es el que hace referencia a la partida de instalaciones deportivas. Pueblos y ciudades de Extremadura cuyas instalaciones requieren de un constante mantenimiento y de una mejora progresiva que dé respuesta a la siempre alta demanda en el uso de pistas y pabellones en cualquier lugar de nuestra región, junto con los valores positivos, directos o indirectos, que comporta la práctica deportiva. Esta partida ha sido eliminada, sí, y ascendía a la cantidad de 836.000 euros.

Lo que ha sucedido ha sido que con el mecanismo presupuestario que permite la modificación de crédito entre partidas de la misma consejería (en este caso de la Presidencia de la Junta) se han detraído casi 850.000 euros de pistas e instalaciones deportivas para destinarlo a una única gala que tras su desarrollo, boato y repercusión finalizará, ahí no quedará nada y nuestros pueblos y nuestras ciudades, nuestros vecinos y nuestros clubes y asociaciones deportivas seguirán teniendo carencia de instalaciones y pistas.

Valoremos, pues, cada uno, sin más juicios de opinión, solo desde lo objetivo, qué nos parece este trasvase de fondos en tiempos donde aquella máxima de no gastar más de lo necesario y eliminar gastos superfluos, ha sido frase hecha por quienes nos piden que hagamos, viernes tras viernes, esfuerzo tras esfuerzo.

Nota final: conste que me parece muy positivo el funcionamiento del Festival, que podría compartir en otros tiempos esta gala, que podría incluso, haciendo un gran esfuerzo compartirla este mismo año, pero no con estas formas, de este modo y sin un presupuesto digno para la política cultural y además eliminando partidas básicas para la base de las infraestructuras deportivas de la región

Nota dos: tenemos derecho, en aras a la ley de transparencia, conocer gastos desglosados de todas las partidas, para ver si lo que ayer se criticaba de galas similares hoy está bien gastado. E incluso para ver si la gala ha servido de pretexto para asumir costes del propio festival

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