sábado, 29 de julio de 2006

De manifestaciones ciudadanas

Recientemente, dos entrevistados por mí en una fase de un curso de posgrado de Experto en Juventud y Sociedad que estoy terminando, coincidían en reivindicar el derecho a la manifestación como una herramienta válida para la participación.

Dicho y hecho, creo que manifestarse es una de las pocas cosas que pueden hacerse hoy día en las atrocidades que se están cometiendo en Líbano. Hace días todos asistimos a las polémicas fotos de Zapatero con el pañuelo palestino, obviándose otras como las del presidente de Murcia. Pues resulta que esta mañana en Cáceres había convocada una manifestación frente a la subdelegación del Gobierno para denunciar las tropelías.

Izquierda Unida, convocante, se había encargado de poner carteles sin ni siquiera incluir ningún logotipo en la convocatoria (me imagino que por aquello de no predisponer negativamente a los interesados que según quién convoca asisten o no) Ayer en las previsiones de agencia para los eventos de hoy ya se recogía que era este partido político el que nos convocaba.

Esta mañana fui a las doce de la mañana. Algunos, con camisetas contra la refinería, evidenciaban que si hay que hacer un revoltijo de cosas y que cada cual entienda lo que quiera, se hace. Evidentemente hoy no tocaban esos símbolos. Puestos a la simbología, yo me presenté ataviado con la camiseta del Festival Mundial de la Juventud de Portugal, hace ya 8 años de aquello, que se celebró con el lema "Juntos y Juntas por un mundo mejor". Entonces no había habido once de septiembre, ni once de marzo, y los sirios convivían tranquilamente en el Festival con sus tiendas de campaña en círculo y en el centro un minarete con la foto de su presidente.

8 años después convivimos con la alargada sombra de las torres gemelas, de los trenes de Atocha y sobre todo con la impunidad de un país, Estados Unidos. 8 años después vemos cómo casi estamos inmunizados ante tanta muestra de crudeza en el mundo. 8 años después no hay, salvo excepciones, una respuesta ciudadana constante. 8 años después, casi por las mismas fechas que entonces, había sólo 15 personas frente a la Subdelegación del Gobierno de Cáceres.

Tal y como llegué, después de sortear algunas fotografías que nos hacían a la "multitud" (ojo, no pongo en duda ni he ejercido de Matahari en el acto. Me parece muy loable su convocatoria, pero algo tiene que fallar en los convocantes para que hayamos estado 15 a la hora fijada), me fui. Antes, miré de reojo a quien lucía la camiseta de Refinería No. Hoy no toca, vuelvo a pensar. Dejo la mano tendida al coordinador regional de IU para realizar algún acto conjunto. Espero respuesta. Espero que llegue la respuesta. Y esperando acontecimientos, me fui

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hoy no tocaba este comentario