Contrarreloj

Anoche finalicé el último libro de Eugenio Fuentes. Desde Las Manos del Pianista, he procurado seguir tanto al autor como al personaje de Ricardo Cupido. Este libro ha sido una lectura de encargo. Me propuse leer el libro en estas fechas, precisamente en las mismas en las que se desarrolla la novela, coincidiendo con el Tour de Francia. La trama termina siendo poco creíble, quizás liada demasiada por la necesidad de ser un libro más de intriga que de ciclismo.

A pesar de los defectos, que podemos encontrar en cualquier libro, tiene muchas más virtudes. La de la consolidación de Cupido como personaje cotidiano de mis lecturas es una de ellas. La de insertarle en un espacio de actualidad, como el Tour es otra. La de favorecer con su lectura el interés por el desarrollo de las tres semanas de carrera no es tampoco baladí. He disfrutado con el libro, he seguido las crónicas casi angustiosas de la escalada, la liberación de un ciclista con el sprint y la resolución del entuerto por parte de Cupido.