Sakamura, Corrales y los muertos rientes,de Pablo Tusset

Con las referencias de algún trabajo anterior, decidí leerme, no muy convencido, un libro pensado, entiendo, para lo que sirven algunos programas de televisión: para poner el encefalograma plano, entretenerse y centrarse, sin más pretensiones, en lo que uno tiene entre manos.

Dejé a un lado el papel y el bolígrafo que siempre utilizo para hacer anotaciones. Si lo hubiera tenido, tampoco lo hubiera utilizado. Me metí de lleno en una historia absurda, que pese a lo irracional se le consigue dar un argumento, algo que no siempre sucede con este tipo de tramas.

Entiendo que el autor no tiene nada que perder en el panorama literario actual, ni tampoco pretende grandes reconocimientos más que el de hacer novelas muy sencillas, muy visuales y que puedan tener una traducción en el cine.

Las risas, las sonrisas pueden estar presentes, según el nivel de gracia de cada uno, en todas partes. Recursos facilones, estereotipos explotados, exageraciones y la actualidad son ingredientes que aportan.

Una lectura de verano. Correcta y recomendable. Para quienes quieren leer libros diferentes e incluso para quienes hace tiempo dejaron los libros de lado.