jueves, 11 de febrero de 2010

Graffiti ¿Incomprensión o arte? Arte, mucho arte



Soy de los que piensan que si hay una manifestación artística asociada a lo urbano y que lo transgresor le da valor en sí mismo al arte, eso es el graffiti. Marce Solís, poseedor de una de las mentes más creativas de nuestra región, alude a ello hoy en su facebook. Más de cuarenta graffitis elevados a la categoría de arte se esconden, prestos a aparecer, entre otros lugares por la zona de la Charca Musia en Cáceres. La Cadena Ser ayer buscaba una comparación un tanto forzada entre la decisión de Arco de invitar a Suso33, uno de los graffiteros más reconocidos, y el endurecimiento de las multas en Madrid, vía Ana Botella, a quienes lo realicen.

Es cierto que cabe la diferencia, básica pero conviene la apreciación, entre la vulgar firma y entre el graffiti. Cierto es que el vandalismo se manifiesta a modo de firmas igual que puede manifestarse en la rotura de papeleras, suciedad tras la celebración del mercado o en el insulto deportivo, algo así como vandalismo social. Incluso podría ser considerado vándalo digital pero vándalo, aquel que aporrea su teclado dejando comentarios anónimos en las noticias.

El problema viene cuando no se quiere reconocer el graffiti y no se quiere dialogar con esa forma transgresora del arte. Reconocer el graffiti no es solo esnobismo por parte de quien lo promueve ni es un acto de rebeldía por parte de quien lo practica. Saber promoverlo o saber hacerlos son artes también.

Lo primero porque para una parte de la sociedad no dejan de ser dibujos chillones, a veces sin expresión aparente, dibujados por jóvenes artistas a los que se suele confundir con aquellos que firman. Suelen ser aquellos que sociológicamente recriminan a los jóvenes hasta la muerte de Manolete. Así pues, quien apuesta por el graffiti sabes que hoy día es apostar por algo que no está totalmente visto como lo que es.

Lo segundo porque saber hacer graffitis es algo que terminará siendo estudiado como un movimiento artistico de primera magnitud. Arte urbano de pocos medios y con mucho recorrido. Una pared, unos botes y sobre todo creatividad e imaginación. De ahí su complejidad

Por eso me siento orgulloso de que en mi ciudad, en Cáceres, existan espacios para hacer graffitis. El IES Alkazeres, el Giner de los Ríos, el Auditorio de Cáceres aprovechando sus obras, o el Hotel don Manuel son algunos ejemplos. Este último sitio, por cierto, lugar escogido por Suso33 para realizar una espectacular creación. Junto con otros que van surgiendo casi espontáneamente.

Reivindiquemos el graffiti y acordemos trabajar conjuntamente con los graffiteros. Es un reclamo y un atractivo. El color y la mezcla, también en el arte, siempre será positivo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

el arte de graffitti es como el arte de los toros.

gamberrismo o crueldad animal, a gusto del consumidor

Lara dijo...

Reconocer el graffiti como arte, es sólo cuestión de tiempo,de la misma manera que los guiones de las grandes cintas formarán parte de la buena literatura.

Anónimo dijo...

QUE PESADOS LOS DEL SOE CON EL CIVISMO

con excusas como esan impulsan ordenanzas fascistas donde te multan por repartir octavillas , correr por la calle , rallar un arbol y por supuesto ese crimen de lesa humanidad hacer botellon

De los Ríos dijo...

no sólo se puede utilizar la pintura spray para dibujar en las paredes, seguramente no será arte urbano, una forma de expresión y difusión de unos trabajos realizados muchas veces por rebeldía y transgresión...es posible otros soportes artísticos donde desarrollar toda la creatividad como por ejemplo una tela...