jueves, 8 de marzo de 2007

Pintadas no, gracias

Desde un tiempo para acá estoy profundamente indignado. Veo cómo algunas cosas no lucen o no se dejan lucir en Cáceres a cuenta de algunos descerebrados que se escudan en supuestas formas de libertad, más que cercanas a la intolerancia en vez de a esa libertad para dejar su firma en cualquier sitio. La calle Moret me viene recordando a cualquier zona degradada de una gran ciudad, por la que uno pasea y ya toma las firmas como cosas absolutamente familiares. Muchas otras zonas de mi ciudad están llenas de supuestas formas artísticas. Todo ello no es para nada positivo, sino todo lo contrario. No voy a usar de parapeto esta vez lo de la capitalidad cultural. No, es algo mucho más básico que está más cerca de las más elementales formas de convivencia que de cualquier proyecto puntual. Hace unos meses me encontré a unos críos de apenas doce años con unos sprays en la zona de La Madrila. Otros serán mayores, algunos tendrán estudios, la mayoría no miden las consecuencias. Pero la última vez, y no será la última, que he sentido pena ha sido esta mañana. Tengo en la retina la Biblioteca de Cáceres a punto de terminarse y ya con sus firmas; también la puerta de un edificio en la calle Camberos que está también rehabilitándose. Son muestras y reflejos de la sociedad. Mi ciudad está pintada, ¿quién la despintará?

1 comentario:

Jon Marcato dijo...

Hola!
En primer lugar decirte que no creo, no conozco a nadie, que disfrute viendo su ciudad sucia y llena de pintadas en escaparates...
En segundo lugar quiero decir que tus palabras pueden ser malinterpretadas para llevar a cabo otros fines. Fines como los que han justificado la entrada en vigor de una ordenanza, la “Ordenanza Reguladora de la Convivencia y de la Protección del Entorno Urbano” cuya aprobación ha sido irregular. La ordenanza persigue, entre otras cosas, acabar con las prácticas que tú has descrito. Pero en el fondo, y de momento, la ordenanza se está aplicando con arbitrariedad y como amenaza para eliminar a los colectivos sociales. Una vez que la ordenanza ha entrado en vigor, las únicas personas que hemos sido intimidadas y se nos han retirado carteles hemos sido las que formamos parte de colectivos sociales. Todos sabemos que las calles y farolas están llenas de anuncios publicitarios de todo tipo y nadie ha aplicado, en ese caso, la ordenanza. Las paredes de nuestra ciudad, los sitios habituales donde se pegan carteles, están llenos de carteles con logotipos institucionales....ahí, tampoco se ha aplicado la ordenanza. La ordenanza ya está en vigor y no se han habilitado espacios para que los colectivos peguemos nuestros carteles....es un ejemplo más de la naturaleza sancionadora de la ordenanza: prohibido pegar carteles; no te ofrezco una alternativa; las denuncias llegarán por sí solas; y con las denuncias las bajas en los colectivos, ya que, 750 euros es una cantidad que difícilmente podemos asumir ni individual ni colectivamente. Y si eliminamos las voces disidentes se acabaron muchos dolores de cabeza.
Estoy contigo en lo nefasto de las pintadas gratuitas. Pero poco a poco, con medidas desafortunadas como la ordenanza mencionada, los ciudadanos estamos perdiendo la calle. Y la calle es lo único que tenemos para expresar nuestras ideas.

Un abrazo.
Tato.