lunes, 2 de marzo de 2009

Deportividad deportiva

La demostrada por un chico de once años y por su entrenador, del Sporting de Gijón, cuando ayer se atrevieron a lanzar fuera un penalty. Creo que hay que concienciarse de la importancia de esto, y ojalá sucedieran más detalles de este tipo en las categorías en las que los alevines, infantiles o cadetes no se juegan nada más que el disfrute y el hacer lo que les gusta.

Este año en los JUDEx se ha iniciado un programa de juego limpio. No sé si se está llevando a cabo y con qué exito. Ponerla en marcha, sin embargo, es ya de por sí positiva.

No creo que sea positivo el que en partidos de baloncesto, por ejemplo, se cierre el marcador de un partido por la desmesurada diferencia de puntos. Tampoco creo que sea positivo el que en categorías como estas se enfrenten equipos donde exista gran diferencia a priori, porque tanto para unos como para otros se pueden sobrevenir frustraciones, cuando lo que se pretende es jugar, jugar y jugar.

Tampoco entiendo válido el rol del entrenador cuando lo que busca es la victoria a toda costa y deja en la cuneta las ilusiones de los chavales de su equipo, o del equipo contrario. El entrenador tiene que jugar un papel activo y tener claro que por encima de todo lo que menos debe enseñar es deporte. Debe ser la correa de transimisión de unos valores y el deporte no es el fin, sino el medio para conseguirlos.

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