viernes, 13 de marzo de 2009

Womad y Play Cáceres

Desde hace un año, y a la vista del éxito de Play Cáceres, Womad debe convivir con otro festival -y ese otro festival con Womad- en la Ciudad Antigua de Cáceres. Cada uno tiene sus fallos y en el nuevo festival pueden asumirse riesgos que si bien Womad no puede ser punta de lanza sí que puede aprender del éxito de estos para mejorar e incluso asumirlos. Porque evidentemente Play Cáceres nació aprendiendo mucho de Womad, desde lo interno que no se ve de la seguridad, aglomeraciones... a lo externo que sí percibimos todos. Me referiré a esto último.

Play Cáceres quiso innovar en varios aspectos.

En uno de ellos deberá incidir y cambiar su decisión, pues el resultado que se derivó de la ubicación del escenario puede mejorarse bastante. La ubicación Womad sigue ganando por goleada.

Sin embargo, Play Cáceres supuso una lección en lo que se refiere a que uno podía andar por la Plaza Mayor y no andarse tropezando con piernas, cristales, bolsas y hielos. Play Cáceres supuso que quienes allí acudieron pudieran mirar bien alto al escenario y no al suelo porque no había obstáculos. Y aunque sea un solo elemento, es muy importante abordarlo con respecto a este Womad, porque entiendo que ese modelo cabría aplicarse este año. Sería poner a prueba la madurez del Festival, garantizar su supervivencia y establecer una convivencia cada día más necesaria con la ciudad monumental y con el civismo.

Sin duda que internamente se extrajeron conclusiones de esa decisión primero polémica y luego valorada que se adoptó en el Play Cáceres. De ese devenir debería salir la decisión que se quiera tomar, pero creo que es el momento donde pueda demostrarse que gana la música y que no hay otros elementos ajenos a esta que la interfieran o que den argumentos a francotiradores para disparar improperios y exabruptos.

Porque no me cabe ninguna duda, pese a la calma aparente, que Womad es un festival permanentemente en guerra política, vecinal, juvenil... social, en definitiva. La particular sociedad cacereña así lo corrobora. Soy de los que piensa que sabiéndolo mantener siempre es bueno que existan este tipo de tensiones.

Aunque siempre habrá francotiradores apostados por las esquinas esperando a disparar ante el mínimo error. Y nadie estamos a salvo de pasar de ser womeros a francontiradores, o viceversa, según nos convenga. Esto es Cáceres, y esto es Womad

1 comentario:

Anónimo dijo...

la empresa inmobiliaria CUNING en apoyo de la cultura en Extremadura.
Espero que otras empresas privadas se sumen a estas iniciativas tan encomiables, que dignifican la labor de sectores tan denostados. Y nos muestra la faceta social que toda empresa seria y responsable debe tener en tiempos de crisis dentro del ámbito geografico en el que desarrolla su actividad.Estas acciones si son ejemplarizantes,que nuestros politicos tomen nota...