Ídolos de barra

No me he confundido. Quiero hablar de aquellos ídolos de barra... de bar, se entienden que se convierten en ídolos incontestables de muchos y que no ya terminan copiándolos tal cual pero sí con el riesgo de tolerar sus conductas inapropiadas y poco saludables. Viene esto al caso por el bochornoso espectáculo que Amy Winehouse dio hace unos días en Lisboa. No estuve, evidentemente en el concierto, pero seguramente muchos jaleaban su estado y hasta se jactaban de quien se ha definido como politoxicómana.

Ejemplos hay muchos en la música o en el cine. El problema es la tolerancia social e incluso policial o judicial de esos ejemplos. Estamos acostumbrados últimamente a ver, por ejemplo, en las carreras ciclistas más populares registros a horas intempestivas en los hoteles donde se alojan los equipos, tras la búsqueda de sustancias dopantes prohibidas.

No recuerdo ningún registro ni ninguna detención, salvo circunstancias extremas que han podido llevar otro hecho delictivo (accidentes de tráfico, persecuciones, altercados...). De oficio es impopular actuar contra un ídolo de masas. Pero a largo plazo ese ídolo de barro, convertido ya en ídolo de barra, con su música y por sus hechos terminará perjudicando a sus seguidores, cada día más en un mundo global.