El pulso de ETA

Sería tremendamente desafortunado decir que este es el pulso final de ETA. Pero la cosa va por ahí. En sus estertores, con la cadena de atentados de este fin de semana existe el quiero y no puedo. El pulso es superficial y a mi juicio quizás demasiado simplista. Se la juegan a lo que saben: a la muerte, a que haya víctimas...aun a fuerza de saber que cuanta mayor sea la precipitación en la preparación de los atentados mayor será la capacidad de actuación de las fuerzas de seguridad. Se la juegan a sabiendas que ya no están todos los que son, y cada vez son menos los que son sin estar. Se la juegan a sabiendas de que existe un proceso político en ciernes, y que es probable que sea histórico, pues hay posibilidades de un lehendakari no nacionalista por vez primera. Se la juegan, una vez más, a costa de las personas anónimas. El pulso está servido. Pero esta vez, sin víctimas mortales de por medio, afortunadamente de momento, ETA está siendo derrotada desde fuera e incluso también, y eso les duele más, desde dentro.