Sensaciones del Hotel Don Manuel, antes Colegio San Antonio de Padua de Cáceres
He permanecido indiferente con la construcción del nuevo hotel que ha sustituido al Colegio San Antonio. Igualmente indiferente, por cierto, que permanecí en la misma construcción del nuevo centro educativo. Lo que no quiere decir que no siguiera con interés en su momento, y lo haga ahora, devenires y novedades. Me entero por el Facebook que la campana ha aparecido. Este verano entré por primera vez en el nuevo colegio y, tras la distancia y los años, no lo sentí como donde estudié catorce años. Aunque únicamente visité el pabellón polideportivo. Algo normal, entiendo.
Hace unos días acudimos a ver el Hotel Don Manuel. Pilar Acosta, ejerciendo de cicerone, nos acompañó pacientemente por todas sus dependencias. En mi caso había visto algo de la parte de atrás que será con el tiempo y con el hábito -por aquello además del parking- la entrada principal. Ese día fue el primero que vi la fachada de lo que fue la entrada del San Antonio. La libería convertida en cafetería y la Sala de Profesores en un moderno salón.
En la cota cero olía a San Antonio. Se ha respetado, y no había por qué hacerlo, entiendo, la estructura de los tres pabellones. No me esperaba ni por asomo, viendo otros ejemplos en la ciudad, que fuera a existir tanto parecido, salvando las diferencias arquitectónicas y las propias entre un hotel y un colegio, entre lo que fue y lo que es. Entiendo, no obstante, a los nostálgicos. Pero puestos a elegir entre olvidarse de la memoria o apostar por ejercitarla visitando el hotel, los promotores han ido a complicarse un tanto la vida. Porque, además, los clientes que acudan, tendrán que atender o comprender la necesaria explicación de qué fue aquello e ilustrarse con fotografías y recuerdos del colegio que en el mayor de los casos les traerá sin cuidado.
Pero a pesar de todo eso, existen salones que recuerdan al colegio, aunque sea por sus nombres: San Antonio o Patio de los Limones. Hay una estupenda colección de fotografías y receptividad por ampliarla.
Y finalmente el salón principal hace justicia, póstuma pero justicia, por quien más hizo, que al menos yo conozca, por aquel mandato franciscano, casi tácito, que se impusieron Fray Juan López de Arechaga y el resto de frailes fundadores, de ser una pieza clave en la ciudad de Cáceres. Porque el salón principal lleva el nombre del Padre Pacífico. Es un gesto que honra a quienes así lo han decidido, y también una prueba de valentía y una muestra más de reconocimiento. Por parte de los Amigos de Francisco de Asís y de los Amigos de Pacífico, hemos querido corresponder con la cesión en depósito de un cuadro pintado hace ya años donde puede verse a Pacífico con un niño. Se podrá ver en la recepción del hotel.
Enhorabuena por el trabajo
1 comentario:
Ya hace muchos años que también dejé el colegio atrás. 14 años fueron suficientes como para tomarme un respiro de tantas paredes que me vieron crecer. El nuevo lo conozco de vista por fuera (no tengo mucha curiosidad la verdad). El sustituto del antiguo, tampoco tengo el placer de conocerlo (ya no me invita mucho esa zona, ni para pasear). Las fotos que has enlazado me han puesto los pelos de punta, por los buenos recuerdos. La verdad es que no esperaba que se mantuviese memoria histórica de lo que hubo allí. Como bien dices, a muchos les dará igual. A mí, al menos, me empuja a hacer un intento de visita y si me gusta, lo recomendaré y les comentaré su historia pasada (aunque sea, por cultura general). Abrazos!
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