Perdedores a la sombra: Monago y Arenas
Mañana Guillermo Fernández Vara visita a José Antonio Griñán. Una reunión dentro de la normalidad institucional que preside la relaciones autonómicas. Una reunión lógica que continúa la ronda que ha iniciado nuestro presidente por el conjunto de autonomías. La ilógica viene cuando su sombra, aquel que parece que olvida que es bombero y no guardaespaldas, persigue a su presidente, porque también es suyo, hasta Andalucía. Estábamos acostumbrados a que el marcaje fuera en terreno extremeño. Lo que no había sucedido hasta ahora es que la persecución se produjera incluso fuera de la región. Porque lo ridículo del día de mañana no es la protocolaria e interesante reunión de presidentes, sino que a la vez y a apenas diez kilómetros se encontrará la sombra y el campeón de los perdedores.
Arenas y Monago, Monago y Arenas, parece que se arriman, se tocan, se necesitan. Los protagonistas del esperpento político de Andalucía y Extremadura representarán mañana un entremés para deleite de sus seguidores y para agrado de los que les hacen la cama.
Siento bochorno del representante de la oposición. Cualquier gobierno fuerte, y el de Extremadura lo es, requiere de un jefe de la oposición con iniciativa e ideas propias. Este está demostrando ser un vulgar imitador del presidente Fernández Vara. Ignoro si incluso no habrá intentado que fueran los dos en el mismo coche. Una más, y no será la última. Porque Delibes lo vio claro cuando escribió aquello de la sombra del pepé es muy pesada. O algo así era, ¿no?
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