Cáceres, baloncesto, fichajes, coyuntura... ¿y ACB?
Ayer, antes de empezar mi año deportivo, leía la nueva incorporación del Cáceres. Un pívot letón procedente de Fuenlabrada. Una nueva incorporación en un equipo en el que se nota el ascendente que por pedigree sobre el papel tiene Aranzana con respecto a la directiva. Incorporaciones de postín, eso sí sobre el papel, que chocan con las limitaciones y dificultades iniciales que todo entrenador tiene a la hora de componer una plantilla o con el nivel de los cambios, sobre el papel, que hubo en temporadas anteriores. Sobre el papel ni el letón ni Taggart son el griego que vino como recambio y con ficha del filial, por poner un ejemplo.
Por eso creo que desde lo que cada uno pueda aportar toca poner negro sobre blanco, como suele decirse, e intentar, si es que llega a alguien, rebajar la euforia y buscar motivos y explicacione razonadas. Globalmente, muchos de estos fichajes se producen ahora, sin entrar a disquisiciones internas, porque la coyuntura
lo permite. Frivolamente dicho, otros fichajes surgen como consecuencia de rocambolescas situaciones. Ni antes se fichó tan mal, por tanto, como algunos pretenden decir, ni ahora se está fichando para descubrirse el sombrero.
La apuesta inicial y la actual no son equiparables. Al principio se hizo una plantilla arriesgada que posiblemente, sin otra cuestión que la confianza, estaba pensada para crecer en el tiempo. Ahora se cambia una plantilla porque, sin posiblemente tanta confianza, sí que hay un banderín de enganche contractual para la temporada que viene. Aranzana firmó por dos años.
Los jugadores que vienen lo hacen ahora y no antes porque en sus equipos de origen o en sus proyectos vitales la situación es diferente a la del principio de temporada. Ninguna de las nuevas incorporaciones, incluyendo al efímero Newble, hubiera venido a Cáceres a principios de temporada. Ha sido la coyuntura personal la que ha acarreado poder contar en nuestra plantilla con Cherry, que está cuajando muy buenos partidos; ha sido la coyuntura económica la que ha permitido fichar a Taggart y ha sido la coyuntura deportiva la que ha hecho que venga cedido Berzins. No pensemos, por tanto, que antes hubiéramos conseguido traer a ninguno de estos jugadores.
Y por último, aunque me gustaría hablar de los golpes de suerte, me referiré a la ACB. Aquella ilusión en la que estuvimos diez años inmersos y que ahora queda tan lejos. Aranzana ha venido pronunciando mucho esas tres letras. Y percibo que cada vez está calando más el empeño. Bórrenlo de sus cabezas, por favor. Cáceres no puede tener al menos de momento, y con mucho menos motivo por las circunstancias actuales, un equipo en ACB. Es una entelequia y un órdago perdedor ir vendiendo un hipotético ascenso. Tengamos la cabeza fría y disfrutemos por el momento, y esperemos que por muchos años, de la LEB Oro.
1 comentario:
Buen post, Paco. Muy cierto el proceso por el cual nos "permitimos" (presuntamente, como diría aquella prensa) tener determinados jugadores y, por ello, esta plantilla.
Antes de hablar de ACB, aprendamos a disfrutar del Oro, que no está pero que nada mal.
Un saludo
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