jueves, 18 de enero de 2007

Adoctrinando, que es gerundio

Creo que la política de infancia en el Ayuntamiento de Cáceres es triste y para echarse a llorar. Ignoro qué pensarán los padres de los niños que hoy le han preguntado al alcalde sobre los motivos para presentarse, o qué pasaba por la cabeza de los pequeños cuando el alcalde le hablaba de la oposición o de que "faltaban todavía proyectos para hacer"

Eso es adoctrinar, y sigue dentro de la dinámica que, da igual con quien (padres, niños o mayores) se lleva realizando en la ciudad para promocionar al alcalde y candidato del PP con fondos públicos y darles titulares de prensa.

Posiblemente haya incumplimientos recogidos en la ley del menor, pero lo que hay es una falta absoluta de decencia democrática y una falta de sentido común a la hora de confundir lo que debe ser la esencia de la política de infancia (en lo que a participación y acercamiento a las instituciones se refiere) con un uso torticero, partidista y de adoctrinamiento.

Afortunadamente los niños que he visto en la tele no vestían todos iguales, y, educadamente, levantaban, algunos con timidez, su mano para preguntar. Por un momento pensé en que vestían de azul y cantaban alguna canción que en fechas como el invierno tenia poco sentido incluso cuando había, por democracia orgánica, que cantarla.

No hay comentarios: