lunes, 22 de enero de 2007

Saponi, el amigo de los jóvenes

En épocas finitas de camisa azul y de elitista televisión de colores, no vi Los Chiripitifláuticos. De vez en cuando algún zapping ilustra la diversión y la parrilla catódica de los jóvenes de entonces, hoy ya adultos, reputados, o no, pero adultos. Finalizaban por aquel entonces los teleclubs y por aquellas fechas la concepción de los jóvenes seguía teniendo reminiscencias de aquellas colonias, reductos de otras etapas, en las que nuestro alcalde, que por entonces había dejado de ser joven y casi que también adulto, era el que cedía las tiendas de campaña, por sus responsabilidades heredadas de tiempos funestos, a los incipientes grupos juveniles que ya se iban constituyendo.

Poco le duró ese cometido democrático: nuestro particular amigo de los jóvenes, según palabras de nuestro peculiar responsable local de la cosa nuestra, es edil desde principios de los ochenta, aunque entonces en la oposición. Sirva esta incursión biográfica no para otra cosa que para incidir en la dilatadísima trayectoria política, que en otros ámbitos, el regional por ejemplo, ha servido machaconamente de caballo de batalla al eterno partido en la oposición para alardear una supuesta juventud frente a un aparente ocaso político que en este caso que nos ocupa, el del amigo de los jóvenes, es, por cronología y por antigualla, mucho más acusada.

Yo soy de Espinete, también de Chema, de Don Pimpón escondiéndose tras el árbol, de Julián... De Espinete, sí, el amigo de los niños, en aquellas épocas en las que parece que la ciudad carecía de políticas de juventud. Pues bien, una de las propuestas esenciales de Juventudes Socialistas, que se basa en recuerdos muy satisfactorio, es la de recuperar la calle. El Ayuntamiento de Cáceres, por citar un ejemplo, organizaba a principios de los noventa un mercadillo en el Foro de los Balbos, en el que los jóvenes aprendíamos reglas básicas de convivencia, y de trato humano, de respeto y de solidario intercambio y trueque, sin mercantilismo, sino que nos íbamos a casa con un nuevo cómic, con la ilusión de haber pasado una feliz mañana de domingo.

Pero si hablamos de logros y de ilusiones para los jóvenes, podemos enumerar y contar algunas, como la vida cultural de Cáceres en los 80 o 90, como la llegada del WOMAD, como las ilusiones que nos daba el equipo de baloncesto o la consolidación de la Universidad de Extremadura en Cáceres, ese particular enfant terrible de nuestro concejal.

Eran tiempos en los que nuestro amigo de los jóvenes ya era mucho más que adulto y todavía no gobernaba esta ciudad. Ahora Espinete ya es producto de recuerdos, y nuestro alcalde, a falta de zappings televisivos locales, debería formar parte ya de los libros de la historia de la ciudad. Sus logros reales para la juventud, aunque algunos le atribuyen patentes inciertas al más puro estilo Ana Rosa Quintana, le pese a quien le pese, han sido condenarnos al ostracismo, trazar un plan para contentar a otros votantes y ejercer de amable y populista con nuestros mayores por aquello del qué dirán. Sus logros para la ciudad han sido muchos otros. El mayor, ser capaz, como buen funambulista político, de adormecer a miles de habitantes y de recogernos en nuestras casas. Eran otros tiempos. Ahora vienen nuevos y para liderarlos, hacen falta otros rostros y otras ideas.

Pueden haber existido otras propuestas. No lo niego. Pero no han dado resultado. Los jóvenes estamos cansados de afabilidades vacías y de muestras de hipocresía. Hasta los que se definen de derechas están cansados del paternalismo de nuestro amigo de los jóvenes. Alcalde Saponi, con sincero afecto, gracias por el desempeño de la labor de alcalde de todos estos años. La dedicación y la voluntad nadie la quita, pero el desgaste, los resultados y los modos ya cansan hasta a quienes comparten tus propias ideas.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

1. En mi humilde opinión, uno de los principales motivos por los que la ciudad ha perdido vida "callejera" es la Ley de Convivencia y Ocio impulsada por la Junta de Extremadura (PSOE, creo), aunque tal facha ley ha sido aplicada fanáticamente por otro facha como el que ocupa la alcaldía.
2. Si este tipo se ha mantenido en el puesto desde 1995 con mayoría absoluta (Velas aparte) es que tan mal no debe haberlo hecho, al menos a ojos de los votantes, que es lo que importa. ¿O es que el voto de un pepero vale menos que el de un sociata? Por tanto, hay que respetar que haya ganado y que pueda volver a ganar ahora, porque tal y como tenéis vosotros el patio, tampoco ofrecéis una alternativa que le esté llegando mucho a la gente, creo yo.

3. Imaginaos que el tipo vuelve a ganar ahora. No sería para deciros internamente: ¿si éste nos ha vuelto a dar pal pelo, no será que estamos haciendo algo profundamente mal? Sólo es una hipótesis, ojo.

Anónimo dijo...

No es extraño que un individuo como Paco Hurtado, asesor en la Consejería de Cultura con un gran sueldo, se explique en su blog de esta manera tan ácida para aquellos, como la persona a la que alude en su grosero comentario, propio de alguien instalado profesisonalmente en la politica desde una edad como la suya y cuyo sueldo tiene que defender..

Anónimo dijo...

hombre, en mi humilde opinión, como hipótesis tampoco puede descartarse la del "se dejaba llevar" de esta sacrosanta ciudad llamada Cáceres y sus peculiares peculiaridades que harían las delicias de un guión de Berlanga, porque no es muy subjetivo el afirmar que la ciudad está culturalmente (entre otras cosas) MUERTA

francamente, si Saponi vuelve a ganar, lo que uno piensa antes que en ninguna otra cosa es en si a la gente le corre sangre por las venas o bien los corazones han dejado de bombear y circula únicamente horchata de chufas y si merece la pena seguir viviendo aquí o largarse a otro lugar a plantar alcachofas, que como actividad puedes considerarla un deporte extremo comparado con lo que hay disponible actualmente - y es precisamente de esto de lo que se valen los del pp en este sitio, "que todo se apague mientras que nosotros seamos los que estemos gobernando"

por cierto, lo de la mayoría absoluta deberías citarlo entrecomillado, puesto que fueron los restos de lo que no sacó Población junto con la Ley de d'Hondt lo que hizo que los 12 concejales de Saponi pasaran a 13, no porque la ciudad le votara masivamente

y por cierto, ¿cómo tenemos los socialistas el patio? pura curiosidad, nada más