lunes, 14 de enero de 2008

Colaborando en Avuelapluma II: Navidad con Mr. Scrooge

Segundo artículo, publicado hoy en la sección de El Cuadrilatero

En tiempos de cuestas, de nuevos planes, de propósitos, quedamos atrás aquellos días de felicitaciones por mensajes, o de viva voz, y de reencuentros. Yo me reencontré con Mr. Scrooge en Badajoz, en aquel gran edificio que tanto anheló para Cáceres y que no pudo ser, pero que será, uno de tantos como él tuvo al estilo Felipe II. Fue de sopetón, cuando me quise dar cuenta allí estaba. Dickens, el que le escribía los guiones y le dictaba los actos y entreactos no estaba allí. A Dickens, quizás también porque lo veo más de carne y hueso, sí que iría a verle, pero no a Mr. Scrooge. El caso es que allí estaba, bonachón y huraño, entrañable y cohibido, fuera de sitio como buen Catovi. Porque Mr. Scrooge es Catovi, y cuando a un catovi se le pilla fuera de su hábitat no se comporta igual. Con su talante y su talento me saludó, o yo le saludé a él. No me reconocía, o eso quizás hizo para hacerse el interesante. El bueno de Mr. Scrooge. Me llamó sinvergüenza, incluso me amenazó y se jactó. El bueno de Mr. Scrooge. Me lo tomé bien, muy bien. Porque sabiendo cómo es Mr. Scrooge seguro que fue con esa psicología invertida de los que les cuesta expresar lo que realmente sentimos. Pero si fue porque me tomó como un personaje de cuentos, como él fue hace tiempo y ya no es, también me lo tomo bien, casi como un halago. Porque Mr. Scrooge ya es de carne y hueso, un catovi de carne y hueso.
Volviendo a Cáceres y a la realidad actual, ya tenemos presupuestos. Son valientes y atrevidos, diferentes, lo que marca y huele a nuevo, lo que cambiará las prioridades y donde se traduce en dineros la ideología de unos, los que ahora gobiernan, y la inercia de otros, los que antes gobernaron. No es tiempo para mirar atrás en qué y cómo gastaron o malgastaron. Es tiempo para mirar hacia delante, para quitarse el sombrero con el trabajo que han realizado los concejales del gobierno, especialmente el de economía y es tiempo para dar tiempo, para ver que los encajes de bolillos no son tal sino que son muy medidos y apropiados para nuestra ciudad. Lo que con maledicencia se ha llamado tripartito empieza con estos presupuestos a rodar. Pidamos cuentas a la alcaldesa y al partido que la sustenta al final de la legislatura y según estos números. Soñemos y veremos a través de estos presupuestos y con los que vendrán la consolidación del baloncesto en Cáceres de nuevo y definitivamente, la capitalidad cultural, los barrios de la periferia equiparados a los del centro, con cafés conciertos, política de juventud, empleo y emancipación, una verdadera participación ciudadana o un e-gobierno ágil y eficaz.

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