Nada nuevo bajo el sol
No puedo más que sorprenderme cuando leo las iniciativas que va a promover el Instituto Municipal de Juventud a la hora de satisfacer el ocio de los jóvenes. Se trata de un programa que ya en la denominación resulta algo sospechoso por su similitud con alguno realizado hasta ahora con programas realizados por la Diputación de Cáceres, que ha desarrollado en estos últimos años las Noches de Santa María. Por otro lado, hace ahora algo menos de un año denunciábamos el desierto cultural al que nos vemos abocados durante el verano, época en la que se diversifica la oferta cultural provincial y regional y en la que el Ayuntamiento de Cáceres tiene que ser capaz de liderar la oferta cultura y de ocio. Es sorprendente que el Ayuntamiento de Cáceres, pese al cacareo pedante del concejal de juventud, reconozca en los documentos técnicos que existen competencias para realizar este tipo de actividades, algo que seguramente no trascenderá. Lo que siempre hemos dicho los socialistas, que la Ley de Bases de Régimen Local, en su artículo 25, insta a las administraciones locales, a garantizar un ocio y tiempo libre adecuado se pone de manifiesto.
Pero sin duda planean las adjudicaciones a dedo de hace años, que terminaron con el alcalde en los juzgados. Muy bien deben haberse visto el pliego, porque sería bochornoso que el principio y el fin de la legislatura fueran coincidentes en este mismo punto. Sin embargo, en esta adjudicación se ha entendido lo que algunos demandábamos: que como espacio público no puede cobrarse entrada por acceder.
No obstante, no puedo dejar de tener mis reticencias. Primero desde el punto de vista legal, algo que ya aclararán los duchos en la materia. Desde el punto de vista de la intervención social, he de decir que me produce mucha pena que no se haya diseñado, en paralelo, un programa de sensibilización en el consumo de alcohol y drogas, algo tan fundamental como el comer. ¿Cómo se va a controlar a los menores de edad?
Y finalmente, desde un modelo de ciudad equilibrada y cohesionada, hay que tener mayor valentía, extendiendo a toda la ciudad todas las prácticas culturales posibles, en las plazas y parques; favoreciendo la práctica deportiva en espacios que habitualmente no han sido concebidos para ello; potenciando a artistas locales emergentes y nuevas formas de expresión plástica y cultural. Lo que se ha hecho ha sido, otra vez más, parchear y el concejal lo sabe, porque buena parte de estos parches no son propuestas suyas, sino plagios a los que otros ya estamos acostumbrados. Y ya se sabe que cuando uno copia algo, la grabación y el mensaje no termina siendo como debería ser, sino que se inicia distorsionado.
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