sábado, 13 de mayo de 2006

Tripartito partito y finito

No es que ahora adopte una posición de ventajista-militante-disciplinado-socialista de mi federación extremeña a la vista de los resultados del tripartito en estos años. Sobre todo porque el primero que se opuso al pacto ahora ya dentro de la historia política contemporánea fue Rodríguez Ibarra, que pedía un pacto entre CIU y el PSC para garantizar la gobernabilidad de Cataluña y una correcta interlocución con el resto de comunidades autónomas.

Sin embargo, más vale tarde que nunca, Maragall parece haber entendido el mensaje (las pifias estaban alcanzando cotas grotescas)y ha expulsado, algo por todos conocido a ERC del tripartito, quizás el término más usado en política en los últimos años hasta que, claro está, apareció el estatut y entonces la frase hecha era "el estatut del tripartito"

Ahora queda ver las habilidades de Maragall como presidente en minoría, la gestión que se realizará para garantizar la aprobación del estatut en referendum y el empaque humano que debe mostrar el actual presidente de la Generalitat para decir que no sigue como tal.

En unos meses debe iniciarse en Cataluña la maquinaria electoral y prácticamente todo, o buena parte, debe ser diferente, empezando por la designación del candidato del PSC, que debe ser una persona que defienda los intereses de su comunidad (nacionalidad según la constitución del 78) pero dentro de un país como España, con su singularidad y su pluralidad. El gobierno debe ser una mayoría solvente garantizada por la izquierda y todo debe contribuir, sin duda, a dar credibilidad a un proyecto político relacionado con un partido nacional como el PSOE.

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