Sábado del Womad y balance final

El sábado fue un día atípico en WOMAD, pues el tiempo no acompañó. Iniciamos nuestro periplo en Las Veletas, con un taller de Siyaya, un grupo de Zimbaue, que se ganó al público, incluida la traductora con su particular forma de interpretar las palabras de los que allí intervenían. Se suspendió el taller de los malíes, a quienes al final no vimos en el concierto, y optamos por visitar de nuevo la exposición de Pablo en La Habana y refugiarnos en los soportales de la Plaza Mayor. Terminamos de ver el concierto de Calima, en lo que sería un día donde vimos otros dos conciertos españoles, en el Cukinho y el de Tulsa. Fue el primero el que más acorde estaba con el espíritu WOMAD. El segundo tuvo un paso discreto. El tercero quizás encajaba más en un festival como Contempopranea.

Tras el paso por Lancelot, un sitio recomendable como pocos de la ciudad antigua de Cáceres, vimos a Mariem Hassan, acuñamos gritos y llamadas varias y cenamos unas pizzas como elección de menos cola de todas las que había. Un quinteto turco puso punto y final al escenario de las Veletas y Khaled, con una interesante representación de la comunidad magrebí.

Pasando al balance, y partiendo de la situación de desasosiego creada hace unos meses, la valoración debe ser muy positiva. Habemus WOMAD gracias a quienes siempre lo defendieron. El WOMAD es algo radicado en Cáceres, tanto que ya es una tradición más. La pena es que ahora parece que todo el mundo apoyó el Festival desde el principio y que con las conclusiones de cada uno todos redimen sus pensamientos. La conciencia creo que debe estar tranquila para quienes han tomado WOMAD, desde el principio, como un verdadero reto. Creo que ha sido un rotundo éxito tantos servicios portátiles repartidos, la señalización de recorridos alternativos y recuperar un nuevo escenario.

Como propuestas para el año que viene hay alguna que otra, pero eso será al año que viene, o mejor dentro de unos meses. Cuanto antes empecemos a pensar y a preparar WOMAD 2009 más solvencia tendremos después