El coche fantástico

Fernando Manzano se ha revuelto en su silla. Al apagafuegos del blog en sepia le ha pedido más notoriedad. Aparentemente se la ha dado. Toma, ahí tienes lo de los coches, te lo repasas, lo seleccionas y cuando lo tengas hablamos. Si no sabes donde estoy, le habrá dicho, puedes seguir el rastro del Presidente de la Junta.

Pasados los días, el de Malpartida de Cáceres, llama a su líder. Oye, salvador de todos los extremeños, lo tengo. Ya he sumado, restado y divido. He sacado la raiz cuadrada de coches de altos cargos, lo he dividido por vehículos de mantenimiento de carreteras, lo he elevado al cuadrado de ambulacias y lo he multiplicado por las tanquetas de extinción de incendios. ¿Y? Redondeando 1700, responde ufano Manzano, con los datos en la mano. ¿Me dejas que lo diga a mí? Porfa, porfa, porfa...

Vale, le diría el líder en sepia, pero tienes que mantener la tensión y ver si echamos a los ayuntamientos encima, y mezclamos todo, demagogia, ya sabes. Propón que se queden con 500 coches y el resto que se los den a los ayuntamientos.

Tú sí que sabes, jefe, me parece muy bien. Mi minuto de gloria, pensaría entonces.

Pongámonos en que esa propuesta fuera aceptada. ¿Qué 500 coches serían los elegidos? ¿Se haría un sorteo público? ¿Qué rentabilidad tendrían los coches de titularidad autonómica en ayuntamientos que no tienen ni las competencias para las que se utilizan algunos coches.

Se ha colmado el vaso del despropósito de la oposición, que por cierto coincide con el triunfalismo inaudito que les ha entrado al celebrar los cien días del del blog en sepia como director de orquesta -desafinada-. También coincide, aunque me imagino que no le darán importancia, con la aparición de una corriente crítica con ese triunfalismo. Asuntos del directo, que dirían en la tele