miércoles, 29 de noviembre de 2006

Asís como pretexto

1.“La Conspiración de Asís” Igual que hay escritores de encargo, este libro es uno de esos de encargo, aunque sea simplemente porque contiene la palabra Asís. Es un libro leído para saber qué me encuentro dentro. Hace tiempo lo encontré en Eroski, pero me esperé a comprarlo en Todolibros, librería de cabecera. Ciertas reminiscencias en el título y sobre todo la temática a priori me animaron a volver a esa suerte de novela histórica de mucho acertijo y un tanto enrevesada. Incluye una explicación a los estigmas de San Francisco y una historia, franciscana-ficción, de la evolución de la orden. La traducción tiene algunos términos difícilmente encuadrables en pleno siglo XIII (se repite el término de guardias civiles) pero se deja leer al menos porque inconscientemente hay relaciones curiosas. La historia va de un antiguo manuscrito que hay que desvelar, una hermandad (no podían faltar) no muy desarrollada y un cúmulo de relaciones algunas más artificiales o forzadas que otras.

2.Pero ese era el pretexto. Porque en el fondo la idea era volver a recordar la Umbría italiana. Aquella ciudad que descubrí en 1995, buscando raíces de mi asociación de siempre (www.franciscodeasis.org) La Roca Maggiore, las basílicas, el belén viviente, la túnica, Il Poverello de Asissi, las murallas y aquel parecido con Cáceres. Volví en 1999, visité la Porciúncula, vi la imagen de Cimabue tan mítica por diferente. Y también afloraron recuerdos de luchas intestinas, y de cómo esos valores (tan necesarios en una sociedad como ahora, aunque se practiquen desde el laicismo) como la humildad, la autenticidad o la igualdad hay veces que se corrompen, por muchos votos que se hagan.

3.Desde la excusa, desde lo arcaico a los recuerdos, queda el momento actual. Un momento en el que hay que reconocer los orígenes y cómo la pertenencia a colectivos juveniles y el compromiso constante, vengan de donde vengan, y más si se hace desde la participación en actividades de aire libre, como campamentos, se convierte en una Escuela de Formación humana. El libro, pues, era el pretexto. La verdad es todo lo que se ha luchado desde unos valores para mantener un colectivo. Lo de menos es si la creencia es firme o si el cimiento es el del santo de Unamuno.

1 comentario:

Anónimo dijo...

tan necesarios en una sociedad como ahora, aunque se practiquen desde el laicismo


Como que no. Que no casan con el laicismo, digo. Lo más parecido son los verdes... y también hay que afiliarse.