domingo, 11 de febrero de 2007

El tiempo de Saponi (post en negativo sobre la escucha)

Resulta que Guillermo Fernández Vara ha puesto en estos días todo su tiempo a disposición de cuantos cacereños quisieran, recíprocamente, compartirlo/perderlo/ganarlo con él. Dicho esto, vamos al post en negativo para ver talantes y talentos.

Nuestro alcalde apareció ayer en el Edificio Valhondo. Se nos había convocado a las diez de la mañana para hablar del Plan de Juventud. En la carta de convocatoria el mismo concejal de juventud y noséquéotrascosas se prestaba a compartir el día con nosotros. Después de doce años creía tener la oportunidad de poder hablar con mi alcalde y plantearle algunas preguntas necesarias. Cuando apareció, tras sus colaboradores, fui el primero en saludarle. Le vi cansado, superado por los años y desde luego incapaz de aguantar el ritmo de una ciudad joven (que no en exclusiva de jóvenes) Hablé con él antes porque me extraña que desde octubre no me haya contestado a una carta que sobre el Plan de Juventud le envié. Me despachó con un "es mejor que lo hablemos personalmente". Después, su discurso de amigo de los jóvenes, su alegato de que lleva treinta años haciendo cosas por nosotros (y por lo que ahora ya son más que adultos después de treinta años) y un mea culpa por no escucharnos más.

De lo que dijo, me llevo algunas conclusiones. La primera que si realmente un alcalde de una ciudad como Cáceres tiene 1001 cosas entre manos, la 1002 somos los jóvenes. La segunda, que tras su defensa a ultranza del artículo 48 de la constitución, nadie de su equipo de gobierno se debería atrever a apelar a la falta de competencias en juventud.

Pero me fui como volví. Nadie pudo preguntar a Saponi. Su tiempo y su agenda no lo permitían. Ni él ni el concejal discípulo admitieron preguntas. Se dejó sólo a los técnicos (chapó por su aguante) Esa es la cercanía de la administración local. Ese es el concepto de participación de un plan con y para los jóvenes. Esa es la implicación de un alcalde que no quiere preguntas incómodas. Esa es la muestra de que el alcalde no nos ve como prioridad. Prefirió irse a la inauguración de una Casa de Cultura, en la Cañada, antes que contestar nuestras inquietudes. Las casas de cultura, alcalde, son piedras que necesitas a personas dentro.

Ayer vimos cuál es su prioridad: la de las piedras que dan fotografías y que, silenciosas, no preguntan jamás. Si las piedras hablaran...

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