Consejos de Juventud

En estas fechas en los medios de comunicación posiblemente se concite el interés por el Consejo de la Juventud de Extremadura. No será casualidad. Finaliza la gestión el grupo de personas que tenía el cometido en los dos últimos años y se iniciará un nuevo proyecto. En pleno debate sobre todo lo que ha rodeado las convocatorias de macrobotellones, con la vista puesta en Francia, con el impacto que ha producido la última campaña del CJE de las kelifinder y con la presencia de los jóvenes en la sociedad es necesario que todos reflexionemos sobre el papel que los Consejos de Juventud deben tener a la hora de aprovechar y validar, legítimanente, su papel de interlocutores.

El conocimiento de causa de conocer el paño, tanto interna como externamente, y de creer saber qué piden los jóvenes, hace que cada vez tenga más claro que no se puede estar manteniendo unos modelos de representación que datan de mediados de los 80.

Los jóvenes deben sentirse representados o, al menos, deben saber qué organo les representa. Actualmente muy poca gente es asociado-activa. Habrá seguramente un número mayor de asociados no activos, pero cada una de estas cifras perderá sentido con el número de jóvenes no asociados. Esto no es igual a jóvenes pasivos, sino todo lo contrario.

Hay, pues, que "abrir el melón", con todas las consecuencias, pues estamos en unos procesos que no debemos jugárnosla por mantener determinadas cifras en pie o por considerar que para aguantar unos presupuestos hay que jugar con datos que no son ciertos. Al final de todo ello ganaremos los jóvenes y con nosotros el conjunto de la sociedad.

¿Acaso hay que tener miedo a algo?