Jóvenes, deporte y élite

Desde hace tiempo los jóvenes andamos maniatados por el negativismo que encierra el trinomio "jóvenes, noche y alcohol", un título que al anterior gobierno nacional no le tembló el pulso en usarlo en un gran congreso (sin ninguna consecuencia positiva) Y tanto estereotipo casi unidereccional hace que no veamos otras consecuencias negativas para la juventud, en este caso la que relaciona directamente a los jóvenes con el deporte y con la convivencia en la élite.

Creo que es peligroso construir ídolos tan de barro, con tan poco fondo vital y con tanta escasez de valores. De acuerdo en que muchas veces esa ascensión, y más en el terreno deportivo, lleva un esfuerzo suplementario, inicial, de sacrificio que no vemos. No es la generalización lo que pretendo. Es más, cada vez es mayor la continuidad en otras facetas del deporte o la vinculación con la cantera... Pero sucede que en ocasiones algunas declaraciones públicas puntuales de algún joven que crece muy deprisa pueden dar al traste con todo ese esfuerzo colectivo. Sin embargo, puede existir también el otro extremo.

Pondré dos ejemplos. Por una parte, Jorge Lorenzo, incipiente conductor de 250cc (uno de tantos chavales que se inician en el mundo del motor sin legalmente poder tener carné) que esperaba que le fuera tan bien que nunca tuviera que estudiar (ha cursado hasta 4º de ESO) Si tuviéramos que equiparar este perfil a una serie de palabras clave, enseguida vendrían a la mente algunas: éxito fácil, vivir a tope, crecer deprisa...

Por otra parte, Oleguer, defensa del Barcelona. Joven comprometido y coherente. Sus ideas, que cada cual puede valorar y respetar y compartir o no, acaban de publicarse en un libro. Muchas veces he pensado que si los deportistas, ídolos y referencia de muchos jóvenes que sólo se limitan a leer El Marca o As, se mojaran más, otra visión crítica empezaría a alumbrar.

Bien por Oleguer. Ojalá que su libro llegue a las manos de tantos Jorge Lorenzo que crecen deprisa y se olvidan de ver su propio futuro