El funcionariar se va a acabar
Por "funcionariar" podría entenderse la capacidad que cada vez más gente tiene por tener una inquietud enorme para el futuro de su vida se desarrolle en la función pública, al rebufo de normativas anquilosadas y con el pretexto de un trabajo de por vida. Éste, obtenido, sin más méritos, sin desmerecerlos, mediante una única prueba de acceso ha llevado una curiosa jerga y lenguaje funcionaril, que sin duda ejerce negativas consecuencias para el cuerpo de personal de las administraciones públicas. Hasta en Francia, hoy día espejo de protestas juveniles a costa de la precariedad laboral, El País se hace eco de las bondades que ser funcionario tiene para los jóvenes.
Por eso es muy interesante el anuncio de Jordi Sevilla. Le veo tres consideraciones. A nivel personal para el ministro, porque ejercerá un efecto, espero que positivo en su popularidad y que al futuro Estatuto del Empleado Público se le vean más bondades que amenazas. Por otra parte porque hay que apostar por una constante en la productividad de los empleados públicos y una motivación continua. Y finalmente, porque si a partir de ahora los jóvenes quieren ser funcionarios no lo serán por los estereotipos, sino por propiciar mejoras en la propia administración.
Bienvenido, pues, el anuncio, empezando por todos los funcionarios del mundo mundial que ven así reconocida la importancia de su trabajo y se empezarán a eliminar imágenes negativas que seguro les afectan.
1 comentario:
pues acabo de tener una charla de 20 minutos con varios funcionarios que me pasaban de uno a otro....y creeme....
no se salvan ni la mitad.....
me cago en los funcionarios de dios....!!!!!
les suda la polla que tu seas su "cliente"....
te sueltan la misma letania aprendida e insustancial....y pista....
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