Asesinato en el Orient Express

Si hace meses me pasó con Saramago, en estos dos últimos días me ha pasado con Agatha Cristhie. Me he leído su primer libro. "Asesinato en el Orient Express". Y encima una buena parte en el TRD 598 que hace el trayecto Cáceres-Mérida-Cáceres. Si a esto le añado que hoy venía con retraso el Tren Hotel que hace la ruta Lisboa-Madrid (nuestro particular Lusitania Express)ya tengo una buena escenografía.

Yendo al grano, una estructura tan simplona no me ha complacido del todo. La resolución quizás (al más puro estilo Fuente Ovejuna ferroviario) es quizás algo más sorprendente. Me imagino en la influencia de dos cosas: una, la cita machista que recientemente me envió Luis Sáez sobre la conveniencia de que "adultos y niños no leyéramos novelas detectivescas" (siempre fueron mis favoritas: Los Cinco, Los Hollister, Sherlock Homes, Alfred Hitchcock...) y otra en un descubrimiento sobre la estructuración casi psicológica de las novelas de Agatha Cristhie en cuanto a la manera de enganchar al lector, en este caso a mí.

Pero bueno, que bienvenido sea Hercules Poirot si es que se trata de desfacer entuertos. Podríamos traerle aquí a que psicoanalizara a Martínez Pujalte o a que pusiera orden en lo de Afinsa o en las comisiones de Terra Mítica.